Buscar

Champús en aceite: el nuevo must capilar

Ya sabéis que tengo pasión y debilidad por las fórmulas en aceite, que utilizo de manera habitual en cara, cuerpo y pelo.
Hay muchas dudas con esta textura e incluso algunas me habéis dicho que tenéis miedo a que os quede el pelo como el de una churrera. Por eso, vamos a desmontar un par de mitos.

El poder reparador del aceite de oliva es tal que alguna vez (yo también me incluyo) hemos recurrido a la botella de La Giralda en el vano intento de darle a nuestra melena un extra de brillo. Pero, ¿quién quiere ir oliendo a ensalada cuando se puede tener un pelo brillante usando un sencillo champú? Esa es la promesa de las nuevas propuestas capilares en aceite y, como el deber me llama, llevo dos semanas utilizando en exclusiva este tipo de fórmulas para contaros cómo funcionan y qué me parecen.

Mis champús elegidos: Cleansing Oil de Shu Uemura (43 €), Precious Oil de Pureology (17,25 €) y Bain Sublimateur Elixir Ultime de Kérastase (22 €).

¿Cómo es posible que un champú formulado con aceite no deje el pelo graso?

Al igual que con los desmaquillantes oleosos, la teoría dice que el aceite se funde mucho mejor con la grasa, el maquillaje y los productos solares para así poder arrastrarlos de la piel. Son algo así como el Fairy, pero en versión cosmética. ¿Tendrán también estos champús el poder antigrasa?

Tengo el pelo normal y me lo lavo casi a diario. Con las tres fórmulas que he testado he usado acondicionador (Three Minute Miracle de Aussie), porque si no el pelo queda un pelín crujiente. Por eso, creo que funcionarán sin problemas en los cabellos más grasos. En el caso de Cleansing Oil de Shu Uemura, he aplicado, además,  con el pelo aún húmedo, un toque de su aceite. El resultado: perfecto. No queda apelmazado, ni pesado. ¿Cómo? Lo cierto es que, comprobando las composiciones, he visto que ninguno contiene siliconas, la causa de que muchas veces la melena pierda cuerpo y tenga ese aspecto «lamido».

Os cuento qué me han parecido cada uno de ellos:

Bain Sublimateur Elixir Ultime de Kérastase
La fórmula se refuerza con aceite de argán, de maíz, de camelia y de pracaxi. De los tres es el que más espuma hace, incluso con una pequeña cantidad. El aroma tiene cierto toque oriental.

Precious Oil de Pureology
Sin parabenes (conservantes), ni siliconas. La fórmula se refuerza con extractos naturales de plantas cultivadas sin pesticidas sintéticos o químicos. Por eso, si tienes conciencia eco, te conquistará. De hecho, es una de mis firmas favoritas. Además, la gama cuenta con certificado internacional Green Seal. ¿La clave de la fórmula? Aceite de semilla de jojoba, de oliva, de semilla de girasol y de coco. A mí me huele a miel.

Champú Clenasing oil de Shu Uemura
Me encanta su cómodo formato de 400 ml y su delicado aroma a camelia. Es el que menos espuma hace de los tres. Deja el pelo un pelín más «crujiente» que los otros dos, pero me gusta que su base de aceite se refuerce con glicerina y vitamina E para proteger la fibra capilar.
Mi colega blogger de Beauty Huile (no te pierdas su blog sólo sobre aceites) me ha dado un consejo muy útil: para hidratar el pelo, prueba a aplicar cualquier tipo de aceite (rosa de mosqueta, argán, almendras…). Déjalo actuar y luego lava la melena con tu champú habitual. Te sorprenderá lo suave e hidratado que queda. Eso sí, elige productos que no contengan aceites minerales.

Espero que os haya resultado útil. Ya sabéis que podéis seguirnos en Twitter (@thebeautymail) o en nuestra página de Facebook. Stay tuned!

Comparte
Deja un comentario

22 comentarios

También puede interesarte

Cristina Mitre