Buscar

Qué comer para tener buena piel

Cuantas veces habéis oído aquello de que somos lo que comemos. Pues en el caso de la piel (el órgano más grande de nuestro cuerpo) no hay duda de que lo que comes puede tener un impacto directo en su apariencia. Por ejemplo, la comida procesada produce inflamación crónica que, entre otros muchos efectos colaterales, destruye el colágeno y ralentiza la renovación celular y el proceso de reparación natural de la piel. ¿Otro  dulce enemigo? El azúcar, causante de un proceso llamado glicación, que para explicarlo de forma sencilla a lo Barrio Sésamo, es una reacción química que se produce cuando las moléculas de azúcar se adhieren a las fibras de colágeno y así  estas pierdan fuerza y flexibilidad. Consecuencia: la piel se vuelve menos elástica y más vulnerable al daño solar, las arrugas y la flacidez.

¿Y qué podemos comer en concreto para tener mejor piel? Para responder a esta duda, hoy he invitado al blog a la nutricionista Lucia Martínez de Dime qué comes, quien ha publicado nuevo libro «Vegetarianos con ciencia«, y que os recomiendo aunque seáis omnivoros como yo. Ojalá este libro de Lucía hubiese caído en mis manos hace muchos años, en la época en la que decidí ser «vegetariana». Lo pongo entre comillas porque lo que hice fue reducir mi dieta a tomar carbohidratos sin ton ni son.

Como explica Lucía en el prólogo de su libro «no hay decisión que pueda tomar un ciudadano de a pie que tenga tanto impacto como decidir qué come y, sobre todo, qué no come. Porque no hay nada que compremos con tanta frecuencia como la comida: ningún objeto de consumo precisa de tantas decisiones diarias y es tan imprescindible. Pocas industrias son más poderosas, pocos lobbies manipulan tanto; y en los que sí manejan otros hilos (económicos, farmacéuticos), los ciudadanos normales tenemos muy poco que decir: se gestionan en otras esferas. Pero la industria alimentaria no. La industria alimentaria también se gestiona en la panadería de abajo, en el supermercado de barrio y en el bar de menús al lado de tu trabajo. Tú puedes decidir a diario si quieres apoyar la producción local o quieres consumir alimentos que han recorrido una media de más de 3.800 kilómetros y que han generado un impacto medioambiental insostenible por emisiones de dióxido de carbono». Así que seas o no vegetariano, este libro  merece una lectura (y con fluorescente para subrayar).

Captura de pantalla 2016-05-16 a las 17.30.19

«Me pregunta Cristina por los 5 alimentos imprescindibles ‘para tener una buena piel’. ¿Podemos hacer una lista de 5 alimentos para tener una piel envidiable? Sé que es un enfoque muy vendible, que las listas gustan, que las soluciones fáciles y claras son mediáticas y virales. Tengo un blog. Creedme, lo sé.

Pero aunque comercial, es un enfoque erróneo. Por mucho que haya alimentos con compuestos beneficiosos, no te va a servir absolutamente de nada consumirlos, si el resto de tu alimentación y tu estilo de vida es un desastre. Y al contrario, quizá el salmón es muy recomendable por sus ácidos grasos y bla bla bla… ¿y qué? Puede que no lo tomes, que ni siquiera comas pescado, y que tu dieta sea saludable y tu estilo de vida también, y tengas mejor piel que quien lo come tras veces por semana, acompañado de patatas fritas de bolsa y un yogur con 13g de azúcar de postre (la media que suelen llevar los yogures de sabor).

Vamos a asumir dos cosas: la primera, importa el aspecto de la piel porque está relacionado con una buena salud y un buen funcionamiento de nuestro organismo. No porque nos haga más guapas. Y la segunda, no hay cosas aisladas que hacer por nuestra salud, es un conjunto, y no hay un enfoque único, si no muchos (si hablamos de alimentación) y desde luego no hay alimentos imprescindibles. Y con esto me cargo el enfoque del 90% de los artículos de alimentación y belleza habituales de revistas y blogs. Lo siento, soy una hater.

Pero vamos a lo positivo ¿qué puedo hacer para tener una buena salud y por ende una buena piel?

Pues primero dos cosas básicas: no fumar y no beber, o hacerlo lo mínimo posible. De nada sirve tomarse tres batidos détox al día y veinte superalimentos si lo acompañamos de unas cañas y unos cigarros. Y pasa. Bastante tenemos con la contaminación ambiental, contra la que poco podemos hacer especialmente quienes vivimos en grandes ciudades, como para además añadir voluntariamente tóxicos a nuestra vida.

Ya, pero habla de comida. Voy.

CINCO NORMAS DE ALIMENTACIÓN IMPRESCINDIBLES PARA UNA BUENA PIEL Y UN BUEN CUERPO.

Con “buen” me refiero a “saludable”, no a “encajado en los cánones de belleza”, conste.

  1. Come verdura, hortaliza y fruta: cualquiera (mejor local y de temporada), a diario, en grandes cantidades. Este punto es de los pocos que tenemos claros en nutrición. Que sea la base de tu dieta, lo más abundante de tus platos. Imprescindible y sin sustituto. No, un multivitamínico y un laxante no son lo mismo. Ni se acercan. Los antioxidantes están sobre todo aquí.
  1. Bebe agua. Ni batidos, ni zumos, ni refrescos light, ni por supuesto alcohol. Sobre esto tampoco hay controversia ninguna. Agua es lo mejor que puedes beber.
  1. Come grasas saludables: aceite de oliva virgen extra (si vives en España optar por otra grasa es simplemente absurdo), frutos secos, aguacate, pescado azul de pequeño tamaño y coco si es que vives en el Caribe. Huye del light y del low fat. Come comida. La grasa saludable no afecta negativamente a la piel.
  1. Elimina el azúcar añadido y los alimentos muy procesados: no los necesitas. Y no, la solución no es cambiarlos por productos edulcorados. Vete reduciendo poco a poco, baja tu umbral de dulzor, empieza a apreciar el verdadero sabor de los alimentos. Cuando una naranja no te parece lo suficientemente dulce, algo va mal.

Antes de pensar en alimentos imprescindibles, asegúrate de haber quitado de tu alimentación todo lo que perjudica: dulces, snacks salados, precocinados, lácteos azucarados, bollería, galletas, pan blanco y cereales refinados (elige integrales)… léete todas las etiquetas. Te sorprenderás.

  1. Toma proteínas de calidad: legumbres, esas grandes olvidadas. Son saciantes, ricas en fibra, nutrientes y fitoquímicos. Baratas y versátiles ¿por qué las comemos tan poco? Huevos, carnes frescas (no embutidos, fiambres, ni precocinados), pescado (no surimi, ni varitas rebozadas), lácteos (enteros y sin azúcar).

Y además, haz ejercicio, controla el estrés y sé feliz.

Y ya. No hay fórmulas mágicas ni alimentos salvadores. Es verdad que hay alimentos relacionados con problemas dermatológicos concretos (lácteos y acné, gluten y dermatitis…), pero ahí ya entramos en el consejo especializado que se da en consulta. Ningún caso de problemas dermatológicos instaurados va a solucionarse con una lista de 5 alimentos».

 

Comparte
Deja un comentario

3 comentarios
  • Me ha flipado mucho muchisimo el post de ésta semana.

    Suelo leer de vez en cuando el blog Dime que comes, siempre me ha gustado su «humor» a la hora de meternos caña con la alimentación. Y aquí lo ha bordado.

    Personalmente a mi me cuesta mucho más renunciar a una cerveza, una pizza (que aunque sea casera sigue siendo pizza) o a una palmera de chocolate, que hacer ejercicio intenso a diario (que le voy hacer soy de tu banda #mujeresquecorren).

    Habrá que echarle voluntad a eso de cuidarse un pelín mas con la alimentación.

    Gracias por la info del libro, lo añadiré a mi bilblioteca y poco a poco incorporaré sus capítulos a mi día a día.

    Besos mil

También puede interesarte

Cristina Mitre