Vamos a por un nuevo capítulo del podcast y ¡ya van doce! Me parecía importante hablar de nuevo sobre la seguridad de los cosméticos, averiguar cuáles son los ingredientes que más alergias producen y cómo detectarlos en las etiquetas, explicar, también, cuál es la diferencia entre una alergia y una irritación y qué hacer en cada caso. Y, por supuesto, volver a discutir, una vez más, si tienen sentido las etiquetas «libres de tóxicos» y las de «sin parabenos«. Además, en este episodio hablaremos sobre algunos ingredientes de la cosmética natural que al parecer suelen producir bastantes alergias y que son motivo de consulta frecuente al dermatólogo. Y para tener el mejor consejo experto, hoy, entrevisto en este nuevo capítulo del podcast al Dr Felipe Heras, dermatólogo del Servicio de Dermatología de la Fundación Jiménez Díaz, especialista en eccemas de contacto, miembro de la Academia Española de Dermatología y del Grupo Español de Investigación en Dermatitis y Alergia de Contacto.
Aquí os dejo algunos titulares y algunos comentarios al respecto.
Llevo meses hablando de los parabenos (unos de los conservantes más utilizados en cosmética desde hace más de 70 años) intentando diferenciar qué es verdad y qué puro mito. A diario tengo que contestar a muchos mensajes respecto a su uso y seguridad, así que después de hablar sobre el tema en varios podcast (podéis escuchar las entrevistas con las químicas Cristina Carvajal y Deborah García Bello) y con la bibliografía que os voy a dejar aquí, espero dar por zanjado el tema. ¿Lo lograré? Lo veo difícil, pero sirva esto como respuesta: a día de hoy y, en base a todos los estudios que se han hecho hasta la fecha, los parabenos son seguros y no se ha podido demostrar que provoquen cáncer.
Sobre su actividad estrogénica (es decir, que se comporten como los estrógenos, las hormonas femeninas, los famosos «disruptores hormonales») esto es lo que dice el Comité Científico de Seguridad de los Consumidores, órgano independiente de la Comisión Europea : «En los sistemas de prueba de laboratorio y en animales, se han observado en los parabenos ciertos comportamientos propios de las hormonas, pero estos son entre miles y millones de veces más débiles que la actividad de las hormonas naturales». Os dejo el texto completo (aquí). Tampoco hay efecto acumulativo, leed aquí. Echad un ojo a la web de Paula’s Choice y todos los estudios que referencia al respecto y a este post super completo y referenciado de Deborah García Bello.
Aquí lo que dice la FDA (la agencia del gobierno de los Estados Unidos que regula los alimentos, los medicamentos y los cosméticos, entre otros) sobre los parabenos y aquí lo que dice Cosmetics Info y, por si alguien quiere ver si tienen conflicto de intereses, puede leer aquí. Y por último, esto es lo que dice la American Cancer Society.
Sin embargo, se sigue investigando y así debe ser, porque hay disparidad de estudios y de conclusiones. Pero esto debería darnos seguridad en lugar de provocar alarma social y miedo. Mis fuentes son estas y el que quiera rebatirlo, por favor, que cite las suyas (no valen vídeos de Youtube ni el «he leído en internet»). De todas formas, si no queréis usar parabenos, adelante. Pero eso no quiere decir que el cosmético que estéis eligiendo sea más seguro, porque todos lo son. Lleven o no parabenos. Si no fuese así, no estarían a la venta. Poner en duda el trabajo de los sanitarios y de la comunidad científica me parece muy peligroso y un ataque al progreso. Si os interesa saber más sobre cómo se regulan los cosméticos y su seguridad echad un ojo a este post de la farmacéutica Gema Herrerias.
Por otro lado, como escucharéis en la entrevista con el Dr Heras, por este miedo a los parabenos, que curiosamente son conservantes de origen natural, algunos productos llevan como conservantes dadores de formaldehído (en la etiqueta aparecen como imidazolidinil urea o Quatermium-15, diazolidinil urea, bronopol…), pero son alérgenos, es decir, pueden producir alergias, al contrario que los parabenos, que tienen una mayor tolerancia incluso en pieles sensibles. ¿Qué otras opciones hay para preservar las fórmulas? Como explica Deborah en este post «alcoholes como el phenoxyetanol, que es un excelente bactericida de amplia tolerancia; ésteres de glicérido como gliceril laurato, gliceril caprato y gliceril caprilato, donde su efectividad depende de la longitud de la cadena, no son muy efectivos frente a hongos; polialcoholes como glicerol, propilenglicol, butilenglicol, pentilelglicol, hexilenglicol y caprililglicol, para los que su efectividad depende la longitud de la cadena, no son efectivos frente a hongos pero sí a bacterias y necesitan de elevadas cantidades para que ejerzan de conservante y esto puede producir comedogenia (obstrucción de poros) en algunos casos».
Las etiquetas «sin» no tienen sentido, porque denigran ingredientes y la normativa europea es clara al respecto, podéis leer aquí y, además, para eso está el INCI, la etiqueta de un cosmético en la que por ley hay que especificar los ingredientes que lleva, en orden decreciente. Si no queremos cosméticos con parabenos (en la etiqueta aparecen como butylparaben, propylparaben, methylparaben y ethylparaben) basta con mirar el INCI. El utilizar el «sin xx» es una estrategia de marketing cosmético que, además, es peligrosa porque siembra la duda en el consumidor que piensa «si esto no lleva X, entonces, es mejor que Y». Y, como de niña fui teleidiota, si tuviese que darle un titulo a la moda «sin parabenos» sería el de aquel western de Clint Eastwood «Todo por un puñado de dólares», porque quienes promueven la «cosmética sin tóxicos» tienen un claro conflicto de intereses. Tened espíritu crítico. Y si alguien tiene dudas sobre mí, podéis leer mi política de publicidad responsable.
La semana pasada, recibí un mensaje por privado que me sorprendió. Como expaciente de cáncer (lo conté aquí) me preguntaban cómo podía defender la cosmética con parabenos y con «otros tóxicos» y que quizá debería pensar que el cáncer de ovario que tuve con 25 años podía estar provocado por el talco, tan usado en nuestra infancia para evitar las irritaciones producidas por los pañales.
No hay explicación científica para lo que me ocurrió, ni mi ginecólogo, ni todos los médicos que he consultado, ni el genetista al que acudí para ver si tenía la mutación del BRCA 1 y BRCA 2 , se explican por qué ocurrió. Y no le doy más vueltas, porque nunca me quedé en el por qué y sí en el para qué.
Por cierto, tampoco está clara la relación entre cáncer de ovario y el uso del polvo de talco, porque se necesitan más estudios respecto al tema. Pero no es el momento de cambiar de tercio.
Lo que sí tengo muy claro es que me niego a vivir con miedo y con la paranoia de que «todo provoca cáncer». Muy interesante al respecto es la iniciativa de la Asociación de Investigadores en eSalud (AIES) echad un ojo a su web saludsinbulos.com porque se proponen desenmascarar todos esos bulos y mitos tan populares en internet. Y, si me lo permitís, un consejo: por favor, salid ahí afuera, vivid un poco y disfrutad. En cuatro de cada diez casos de cáncer, el estilo de vida es determinante. Fumar, no hacer ejercicio y llevar una dieta poco adecuada SÍ provocan enfermedades, como el cáncer, y la evidencia científica así lo demuestra.
Aunque la palabra cáncer nos produce terror, según la OMS la enfermedad cardiovascular es la causa principal de muerte en todo el mundo y como la misma OMS apunta «puede prevenirse actuando sobre factores de riesgo comportamentales, como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la obesidad, la inactividad física o el consumo nocivo de alcohol«. Así que si os preocupa vuestra salud, empezad por subir las escaleras de casa en lugar de usar el ascensor y llenad vuestra nevera con los colores de la bandera de Portugal, como siempre recomienda Boticaria García (escuchad todo lo que nos contó sobre las modas y mitos en nutrición aquí).
Espero que disfrutéis de esta nueva entrega. Para no perderos nada, no olvidéis suscribiros a este blog y al podcast, a través de iTunes (aquí) o Ivoox (aquí). Y si me podéis regalar unas estrellas y dejar un comentario en iTunes os lo agradezco, porque me a ayuda a crecer y poder seguir desarrollando así este contenido. ¡GRACIAS!
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