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Mi vida en Lisboa

¡Hola a todos!

Este es un post que os debía desde hace ya bastante tiempo, porque a través de mi cuenta de Instagram (@thebeautymail) muchos me preguntáis por mis direcciones en Lisboa y, aunque os cuelgo bastantes planes e ideas, tenía que agruparlo todo en forma de guía práctica.  Así que, como vosotros inspiráis la mayor parte de los contenidos, el post de hoy va dedicado a mi vida en Lisboa.

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Lo cierto es que con un único post no voy a tener suficiente para daros todas mis recomendaciones, así que en este primer adelanto me voy a centrar en mi barrio: Chiado y en otra zona que me gusta mucho Príncipe Real, a tan solo diez minutos caminando, y que está en plena transformación. De hecho, es donde se están abriendo buena parte de los nuevos restaurantes de Lisboa y donde podéis encontrar pequeñas boutiques y espacios multimarca, como Embaixada y Entre Tanto.

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Pues sí, este bolso de Zubi lo deja bien claro sigo «lost in translation». Entiendo casi todas las conversaciones en portugués (los primeros meses pensé que estaba en Rusia), pero hablarlo me cuesta la vida. Según el bundle pack no me esfuerzo, pero es muy frustrante, porque todo el mundo habla español y, como te entienden y les gusta conversar contigo en tu idioma, no hay manera de avanzar. Así que estoy atascada con un «portunhol» bastante limitado pero que me permite relacionarme sin problema. Confío en mi profesora María Luisa que siempre me dice: «Cris, vais falar lindamente». A ver si logro dar clases con continuidad y lo consigo.

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Empezamos el recorrido por Chiado con algunas de mis tiendas favoritas. La primera parada es Vintage Bazaar. Es una marca portuguesa y cada quince días traen cosas nuevas. Su estilo en dos palabras: bohemian chic. Vamos, mucho fleco, algún volante, inspiración vintage y mucho print de los años setenta.

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Las piezas que más me gustan: las camisas y los vestidos. Estos últimos os recomiendo que os los probéis, porque en la percha parecen una cosa y puestos otra. En verano me compré uno negro largo de un tejido que no se arruga ni cuando lo haces una bola. Echad un ojo, también, a los monos y, con la llegada del buen tiempo, los ponchos para la playa son una buena compra.
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En la tienda, también, encontraréis accesorios. Para mí los sombreros y los pañuelos merecen la pena, así como las pequeñas joyas (pulseras y colgantes).
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En esta tienda hasta los objetos decorativos  están a la venta.

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Aunque no lo veréis en este post, porque cuando hice las fotos aún no estaba abierta, puerta con puerta con Vintage Bazaar tenéis la nueva tienda de A vida portuguesa, el mejor sitio para comprar un recuerdo de Lisboa: pequeños azulejos, jabones, las típicas golondrinas de cerámica y maravillosos cuadernos. Una tienda preciosa decorada con muy buen gusto. Os apetecerá llevároslo todo.
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En la Rua Capelo, a dos minutos de Vintage Bazaar, está Cerâmicas na Linha. Si os gusta la cerámica este es vuestro sitio: vajillas, tazas, bandejas, maceteros, de todo. Lo venden al peso y sí, envían a España. Y lo mejor: el precio es increíble.

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Además, venden las famosas cerámicas de Bordallo Pinheiro,  como la rana de la foto, y más barato que en otras tiendas de Lisboa. No diréis que no miro por vuestra economía. 

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Yo no lo puedo evitar. Siempre que entro aquí me llevo algo. A veces un plato, una jabonera o una jarra para el agua.

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Vinagreras, cuencos, fuentes… quedáis advertidos: lo querréis todo.

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Otra de mis sitios favoritos: Paris em Lisboa, que abrió sus puertas en Chiado en 1888. ¡Qué gusto que todavía existan tiendas de este tipo!  Siempre que puedo compro en pequeños comercios locales y, también, me gusta hacer la compra diaria (carne, verdura, pescado y huevos) en el mercado. Suelo ir al Mercado de Ribeira o a las tiendas del barrio. Si os gustan los camisones, las batas y los pijamas en 100% algodón, blancos, para momento #limpinayfresquina, parad en Paris em Lisboa. Están hechos en Portugal y, aunque no son baratos, dan muy buen resultado (lavas y no se deforman como los de tejidos sintéticos). Aquí es donde compré la bolsa de algodón para la ropa sucia con la que siempre viajo y que os enseñé alguna vez por Instagram.
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Nada más entrar en la tienda, os vais a encontrar una mesa enorme con multitud de cepillos y jabones. Aquí es donde podéis comprar el cepillo que ya os he enseñado para exfoliar el cuerpo en seco.

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Maravillosos sus jarrones de cristal repletos de jabones. Yo  siempre los guardo en los cajones, sobre todo, en el de la ropa interior y prendas de lana, como las bufandas. ¡Es un gustazo cuando te las pones y huelen tan rico!

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Tomes o no café o té (chá como dicen aquí) tienes que parar en A Carioca (Rua da Misericórdia, 9). Una tienda minúscula y que se conserva tal y como abrió hace más 80 años. A excepción del techo, todo es original: los muebles, las estanterías y los espejos art decó Además, puedes comprar té de las islas Azores, el único sitio en Europa donde se cultiva.

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Como casi todo el café venía de Angola, el dueño de la tienda decidió llamarla A Carioca (como se conoce a los habitantes de Rio de Janeiro) para así diferenciarse de su competencia. Ahí lo tenéis: el marketing ya existía hace casi 100 años.

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El molinillo de café original que sigue funcionando.

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De camino hacia Principe Real, subiendo por la misma Rua da misericórdia, en el número 31, entrad en República das Flores. Es como la cueva de Ali Babá (velas, alfombras, flores cojines, collares XL). Todo es gigante y embriagador.

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La colección de perfumes, velas y ambientadores para el hogar es maravillosa.

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Esta tienda merece una visita por el simple hecho de poder ver y tocar cosas bonitas. 

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Mini by Luna en Principe Real es otra de las paradas obligatorias de esta ruta lisboeta: decoración, ropa infantil, belleza, y muchas marcas internacionales para nosotras, como ba&sh y American vintage, entre otras. Su dueña, la española Araceli Piqué, ha recreado un espacio precioso a medio camino entre el Soho neoyorquino y los interiores nórdicos llenos de luz.
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Las bolsas, los sacos y los cambiadores en suaves y delicados tejidos para los niños son algunas de las piezas estrella de esta tienda. Echad un ojo a sus gasas estampadas.

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Los cosméticos suecos de L:A Bruket, también, tienen un hueco en Mini by Luna.

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En Príncipe Real, tenéis unos de mis parques favoritos «jardim de Príncipe Real». No es muy grande, pero tiene una zona de sombra super bonita cubierta por gigantescos cedros. Hay dos  quioscos de café y, también, un café acristalado con terraza. Los sábados por la mañana se organiza un mercado orgánico de fruta y verdura.

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Es imposible no rendirse al café en Portugal. Todavía no consigo tomarlo solo. Así que pido un «pingado», con dos gotas de leche. Sin azúcar, por supuesto. Buenísimo y baratísimo (cuesta unos 70 céntimos). Una vez que pruebas el café en Portugal luego no hay quien se beba uno en España. Café, pan y la pastelería son tres cosas en las que los portuguesas nos dan mil vueltas.

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Por supuesto que en esta ruta debía tener una parada de belleza. En Príncipe Real, tenéis Nails Meeting. Pedid hora con Sofia para manicura y pedicura, porque no hay nadie que haga las manos y los pies con más amor y más dedicación que esta mujer. Te hace tan bien las manos que te dura el esmalte (¡impecable!) más de una semana.

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Las portuguesas, en general, cuidan mucho la manicura y la mayoría se hace las manos semanalmente. Además, es muy barato (8 €) así que es el pequeño lujo que me concedo todas las semanas. Y, aunque no las pinto siempre, voy a que Sofía me las arregle. No hay nada que me guste más que verme las manos y los pies bien cuidados.

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Sofía haciendo uñas de gel «gelinho» como dicen aquí.

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Seguimos por Príncipe Real para hacer otra parada más y aprovechar  para comprar el mejor chocolate en Bettina e Niccòlo Corallo. Producen su propio cacao desde hace más de 40 años. Y se nota. Mi favorito es el chocolate puro 80% con sésamo. Los amantes del café tienen aquí otro punto de encuentro imprescindible. Aunque para mí es tan intenso que me cuesta un poco.

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En Chiado y Príncipe Real tenéis buena parte de los mejores restaurantes de Lisboa. Como este post se puede hacer eterno, os voy dejar una lista con las webs de cada uno de ellos, qué me gusta y para qué hora del día os lo recomiendo. Espero que los disfrutéis.

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Una imagen del interior del restaurante Alma de Henrique Sá Pessoa en Chiado. 

Para comer

Café Lisboa Otro de los must del conocido chez portugués José Avillez. Ponen el mismo «bacalhau à brás» con aceitunas explosivas (una bomba de sabor con forma de aceituna gelatinosa que en su interior esconde un delicioso aceite de oliva) que podéis comer en su galardonado restaurante Belcanto. Aunque tiene terraza, yo prefiero sentarme en el interior. Me gusta mucho la decoración de café de viejo teatro.

Bairro de Avillez Es la última aventura gastro del mismo chef. Tres espacios en uno: mercearia (tienda), taberna (tapas o «petiscos», las tapas a la portuguesa) y Páteo (restaurante más formal). Las bifanas en bolo do caco (pequeños bocadillos de ternera) son para no dejar de salivar. Pedid mesa con tiempo porque está a tope.

Seame Allí mismo, como si de una pescadería se tratase, podréis escoger el pescado que más os apetezca. Tienen, también, sushi. Así que incluid sí o sí su Red Dragon roll… os comeréis hasta la cabeza del carabinero.

Pizzeria Zero Zero Para comer «al fresco» debéis venir aquí. Pero ojo, id pronto porque las colas son muy largas. La pizza hecha en su horno de leña está de escándalo. Dejad hueco para la copa de tiramisú.

Para los amantes de la carne (los grandes carnívoros) Atalho Real, donde prefiero la terraza que el interior, y La Paparrucha, un argentino con acento portugués, que tiene unas vistas increíbles (también tiene una pequeña terraza).

Para el brunch

Me gusta mucho Tartine. Suelo ir bastante a comer el menú del día. Los camareros son encantadores y hacen el mejor pan de Lisboa. Para el brunch os recomiendo la tosta con aguacate y huevo escalfado con un té rooibos (y una mini palmera). ¡Uhmmmm!

Para cenar

Alma Es el viaje gastronómico de Portugal a Asia del conocido Chef Portugués Henrique Sá Pessoa. Si me tuviese que quedar con un plato, sin duda, su «calçada de bacalhau» y añadiría la tempura en carbón vegetal, por lo sorprendente de la presentación. En breve, inaugura nuevo restaurante en Príncipe Real. Una pista: la tapa española y el «petisco» portugués se dan la mano. Aquí nos tiene impacientes contando los días para que abra este nuevo espacio, porque una de las cosas que más echamos de menos los españoles en Lisboa es el tapeo (¡y la tortilla de patata!). Y si este teclado tuviese emoticonos, ahora, tendría que cerrar la frase con la bailaora de flamenco.

Bistro 100 maneiras  o cuando Sarajevo y Lisboa se encuentra en una carta, porque su chef Ljubomir Stanisic fusiona lo mejor de la cocina yugoslava, portuguesa ( y también francesa) en una propuesta en la que todo está bueno. Después de tomarte un cóctel en el bar, pedid ya en la mesa el burek yugoslavo y la presa de cerdo ibérico.

Para cenar/comer en plan rápido

Si os gustan las hamburguesas probad las de Honorato (la hay también en tamaño mini) y en O Prego da peixaria podréis tomar el mejor bocadillo de vuestra vida. Mi favorito: el de salmón con algas y pan con tinta de sepia (salmao e choco).  Acompañadlo de sus palitos de batata doce (chips de boniato).

Por cierto, mañana martes 8 de noviembre y hasta el próximo jueves 10 voy a estar en Web Summit, una de las mayores conferencias de tecnología del mundo, y asistiré a un montón de ponencias sobre salud, moda, mujer & tecnología, emprendimiento, mundo digital y, por supuesto, lo voy a compartir con todos vosotros a través de mi Stories de Instagram (@thebeautymail) y, también en vídeo y en directo a través de mi perfil de Facebook. Para acceder al Facebook Live y ver mis vídeos tenéis que seguirme en Facebook (Cristina Mitre Aranda).

Créditos: Fotos de Silvia Martínez

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6 comentarios
  • Hola Cristina, Lisboa se acaba de cruzar en mi vida y estoy deseando conocerla enterita. Me entusiasma cada uno de sus rincones y disfruto muchísimo recorriendo sus calles. Muchas gracias por tus consejos, algunos sitios ya los he descubierto, pero seguiré uno a uno el resto de tus pasos.
    Un saludo.

  • Me ha encantado tu post. Estuve de erasmus en Lisboa hace ya 6 años, vivía en Baixa, y me ha dado una morriña enorme al leerte… saudades!! Al principio también me costaba mucho entenderles, para que luego digan aquí que hablan como nosotros… Pero llegó un día en que entendía todo y mejoró mucho mi portugués también, que bien me sentía ????

    ¿Has ido a Pois café? Está al lado de la Zé, aún recuerdo su tarta de limón… ¡Riquísima! La verdad es que en el café, los pasteles y el pan nos dan mil vueltas. Empecé a beber café allí en Lisboa, y los pasteis de nata me volvían loca (y los de bacalhao, los guardanapos y también sus enormes torradas). Creo que tengo que volver en breve, jajaja. Me encantaba ir a tomar chá a la Nacional (junto a Rossio), con una buena torrada com manteiga ????

    Lo dicho, disfruta mucho de Portugal, es un país increíble y su gente muy amable, a mí me enamoró.

    Beijinhos!!

  • Hola Cristina! Soy una canadiense (afincada en Madrid), hija de portugueses y casada con un Asturiano y mi marido e yo siempre decimos que el café, el pan y los pasteles en Portugal son de lo mejorcito! También nos encantan las ensaladas y unas cosas más pero has dado en el clavo. Me encantó el post y ahora tengo más sitios que descubrir durante nuestro siguiente viaje. Muchas gracias y me encanta el blog y te deseo mucha suerte en esta nueva aventura!

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Cristina Mitre