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Pero, ¿de verdad lo usas todo?

En la primera casa en la que viví con el bundle pack sólo había un baño y a lo Escarlata O’Hara prometí que en nuestro próximo hogar nunca más lo compartiríamos.

Llegó un punto en el que me hice inmune al “¿de verdad lo usas todo?”, pero no entendía la insistencia si él ya conocía la respuesta: “Sí, me lo pongo todo”.

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Una pequeña muestra de mi fondo de armario cosmético

En la siguiente casa a la que nos mudamos hubo tensión en las negociaciones y aunque logré tener mi propio baño, tuve que renunciar a un armario. Podía tener los jerseys apretados, pero mis cremas siempre bien a mano.

Algo que tengo claro con los cosméticos es que, como con la ropa y los complementos, si no lo ves no te lo pone. Así que aunque mi baño parece un Juteco, tengo que tenerlo TODO a la vista para no olvidarme de esa crema o del serum.

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Combino varias cremas de cuerpo de forma simultánea. Igual con los perfumes.

Lo tengo todo agrupado por categorías: perfumes, cuerpo y cara y pruebo más de un producto a la vez. Me gusta tener varias texturas, sobre todo para cuerpo y combino con alegría aceites, leches y cremas más nutritivas, aunque para la cara soy más “espartana” (entendido esto a lo japonesa, porque en mi rutina uso hasta cinco productos). Pero lo cierro es que hasta que no termino un tratamiento no empiezo con el siguiente. A diario uso y por este orden:

  1. Serum (es una fórmula más rica así que menos es más: con un poco basta).
  2. Hidratante
  3. Protección solar
  4. Maquillaje (no siempre)

Lo que sí combino y voy probando son distintas limpiadoras, porque hay días que me apetece una “buena frotada” así que uso cepillo facial (Clarisonic o Foreo. Os lo conté aquí. Aunque os voy a preparar un post porque me preguntáis mucho sobre el tema) con una limpiadora (las de Kanebo son mis favoritas). Si estoy un poco más perezosa, me limpio con agua micelar y vaporizo un poco de agua termal (las de La Roche Posay y Vichy son mis favoritas) y, por la noche, siempre termino con algún tratamiento con retinol o con un aceite de rosa mosqueta, que también es rico en vitamina A.

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Vista «aérea» de mi baño. Algún día me haré un tocador como el de Maribel Verdú. A ver si se anima y nos cuelga una foto en Instagram

Aquí os dejo mis consejos para tenerlo todo en orden, saber qué es qué y cuándo debes aplicarlo y cómo ahorrar unos euros en tus próximas compras:

Ojo que los productos caducan. Lee las etiquetas con cuidado. Algunos cosméticos caducan a los seis meses y otros a los doce. Si tienes los perfumes en el baño evita que les dé la luz directa y los cambios bruscos de temperatura, porque se daña la fórmula (sí, se ponen rancios).

Cambio de temporada. Sí, como con la ropa. Recuerda que tu piel cambia según el tiempo que haga y la estación en la que nos encontremos… y ¡con la edad! Así que aunque esa hidratante sea una pasada, si llevas usándola desde los 20 quizá sea el momento de probar otra nueva con otros ingredientes antiedad (péptidos y antioxidantes son mis mejores cartas). Recuerda, además, que con la menopausia las glándulas sebáceas producen menos grasa y tu piel se vuelve más seca así que es el momento de darle un extra de nutrición.

En verano, tanto en la cara como en el cuerpo, uso una hidratante más ligera y en invierno una más nutritiva, porque la piel tiende a estar más seca por la falta de humedad en el ambiente.

¡Operación ahorro! Sí, en las pelus te aplican dos veces champú, pero no es necesario. Con una sola es suficiente. A no ser que tengas el pelo muy graso o utilices muchos productos de fijación. Así que no gastes producto de forma innecesaria. Aplícalo en la palma de la mano (como una nuez) y reparte por el cabello de forma uniforme (no sólo en la coronilla, que te veo). Y sí, hay que usar acondicionador. Y no, no apelmaza si eliges la fórmula adecuada para tu tipo de cabello. El acondicionador no sólo facilita el peinado, además, es el responsable de que tu pelo brille, porque sus agentes acondicionadores (como los ácidos grasos, el pantenol o vitamina B5) ayudan a que la cutícula del cabello esté lisa y así la luz se refleje mejor.

No olvides hidratar… ¡el cuerpo! Nada reconforta más que una ducha bien calentita, ¿verdad? Pues el resultado es que tu piel sufre… y mucho. Si a esto añades el jabón el resultado de la suma es una piel que sufre en silencio. El 90% de las fórmulas que usamos para ducharnos contienen sulfatos (sodium lauryl sulfate es el nombre con el que aparece en la etiqueta) que no es otra cosa que un detergente. Limpias estamos (y fresquinas también), pero, además, resecas y deshidratadas, así que la crema de cuerpo es de uso obligatorio. Tras la ducha, nunca me seco del todo, dejo la piel mínimamente mojada y aplico el aceite o la crema para sellar la humedad en el interior.

¿Cuántas veces te has comprado una crema y a los dos días has dejado de usarla? Sí, ya veo que has levantado la mano. Por eso, es importante pedir nuestras y testar la crema antes (necesitas que al menos pasen 24 horas para poder tomar una decisión, ver si te gusta, causa reacción o comprobar cómo se comporta en tu piel), porque puede que la fórmula sea una bomba, pero como no te guste la textura o el perfume, no la vas a usar (¡y lo sabes!). Además, a la hora de elegir es importante saber qué tipo de piel tienes (el término normal o sensible no sirve) porque quizá, además de tenerla sensible, puede que tengas manchas y necesitarás un tratamiento específico para tratarlas. Déjate asesorar por un experto.

Que la piel envejece es un hecho (que se lo digan a mi Sagrarín que con 40 años pensaba que estaría siempre perfecta hasta que aparecieron los primeros “abollones”). Hay un factor genético que determina el proceso de envejecimiento pero hay otros externos, como la polución, el tabaco y la radiación solar que aceleran el proceso. Si quieres invertir en un buen producto antiedad no fumes y usa SPF (crema con protección solar). Usar protección solar debe ser un hábito diario aunque no salgas de las cuatro paredes de la oficina, porque la radiación UVA atraviesa los cristales (sí como cuando vas en coche, en autobús o tren). Como mínimo debes usar a diario un SPF 15 que puedes encontrar directamente en la hidratante o en el maquillaje, aunque yo prefiero usar protector porque todavía no he probado una hidratante con SPF que me enamore. Si tienes la piel grasa o sensible seguro que te cuesta encontrar una buena crema solar. Tu mejor opción son aquellas que incorporan óxido de zinc, como Fusion Fluid de Isdin. Ahora estoy probando Anthelios SPF 30 Aquagel Ultra ligero de La Roche Posay, especialmente formulada para piel sensible, es un gel muy fresco perfecto para usar a diario (creo que esta me la va a probar el bundle pack). La utilizo incluso para salir a correr. Sé que hay quien mira con recelo la protección solar por la cantidad de filtros químicos etc que incorporan la web más completa para saber qué es qué es, sin duda, esta web, porque es súper útil www.cosmeticsinfo.org. Están en inglés.

Recuerda que no sólo hay que aplicar la crema solar en la cara, también en cuello, escote y manos. Además del SPF, si quieres prevenir la formación de arrugas, nada como una buena ración de antioxidantes para no perder el colágeno (encargado de dar soporte a la piel), elastina (aporta elasticidad) y el famosos ácido hialurónico (el responsable del volumen).

El jueves más y mejor! Stay tuned! 🙂

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9 comentarios
  • Hola Cristina:
    Gracias por dejarnos «cotillear» los productos de tocador y cosméticos;)
    Quería preguntarte dónde consigues el desodorante Secret, pues he oído muy buenas opiniones de él y me gustaría probarlo.
    Gracias por tu blog!

  • Como siempre tu post está lleno de información interesante contada con mucha gracia. La página web que mencionas en la que se detallan los ingredientes más comunes en cada tipo de producto cosmético, su función y su origen es fascinante. Yo soy también de las que va leyendo la etiqueta de todo lo que compro así que ahora podré encontrar en una sola página web toda la información que busco cuando me surge alguna pregunta sobre la composición de alguna cremita o producto para el pelo.
    Por cierto, aunque no tiene nada que ver con tu post de hoy, me gustaría que nos contaras cómo llevas la preparación para la próxima maratón. A mi también me gusta muchísimo correr y sigo tus consejos. Aprendí mucho con tu libro «mujeres que corren» . He leído muchos libros sobre el tema pero el tuyo es muy «femenino». Me pareció el más completo de todos porque ciertamente es para «mujeres que corren». Resuelve dudas que se nos presentan a las mujeres amantes del running como qué ropa interior usar o cómo lavar la ropa técnica (no tenía ni idea de que había detergentes especiales para lavadora para estas prendas!). Trata el tema desde todos los ángulos y eso lo hace, no sólo muy completo sino muy entretenido. La semana pasada me compré «El gran libro de los entrenamientos en 15 minutos, de Women’s Health» y estoy encantada con él. Me viene muy bien para aguantar más distancia y aumentar el ritmo de carrera. Poco a poco me voy montando mi propio mini-gimnasio con los cacharritos que salen en el libro y en poco tiempo ya estoy notando cómo mejora mi condición física. Gracias por todo lo que nos enseñas.

  • Yo me pongo el serum, la hidratante y en lugar de maquillaje utilizo una hidratante con color y factor de proteccion de La Roche Posay. A mi esta me funciona.
    Aparte de todos tus potingues, te haces algun tratamiento en la cara?
    Gracias pos tus post,Cris. Besotes desde Bcn

  • Me ha encantado! y esas dos webs me las guardo para futuras búsquedas. Y espero una reseña de la crema fría de anthelios que estás probando que me ha llamado mucho la atención. Saludos!

  • Hola Cris me ha gustado tu articulo, siempre aprendo algo nuevo al leerte y salen preguntas. Soy de Barcelona donde debería ir para que me asesorarse sobre mi tipo de piel que productos utilizar? Gracias!

  • Me encanta tu baño, compartimos algunos productos como el aceite de argan kahina, que es una auténtica pasada. La crema solar tb me la doy por las orejas, no vale reírse, yo hago bastante montaña y en los picos las orejas como no les de crema se me queman. Estos post me encantan. Un besin.

  • Genial Cris!
    Sólo un apunte. Muchas veces nos damos la protección solar por la mñna, nos maquillamos, a trabajar y vamos al cole a buscar a los enanos pensando que estamos protegidas y nada más lejos de la realidad.
    Y claro, no nos vamos a desmaquillar para darnos la protección. Y encima pues tampoco.
    Se lo consulté s la derma y me recomendó una brocha con unos polvos de sol con protección. Por lo menos para darte unos toques en las zonas más al alcance del sol.
    Alguna idea más?
    Un besazo!!!!
    Bea

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