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Planchas de pelo: 11 trucos que funcionan

Si hay un artilugio de belleza que me ha cambiado la vida (al menos la capilar), ese es la plancha de pelo. Tuve la primera con 14 años. Una Babyliss que generó más de una pelea con mi hermana, con tirones de pelo incluidos. Junto con los lazos de Don Algodón, era motivo constante de disputa.
Hoy, afortunadamente, ya no tengo que pelearme con nadie para «pasarme la plancha», porque tengo varias ghd. Para mí, una de las mejores inversiones cosméticas y, aunque son caras (190 € aprox.), las mías tienen más de ocho años y no han dado ni un sólo problema. Si hecho la cuenta de las visitas a la peluquería que me he ahorrado (y de tiempo) me salen los números.

Mis planchas de ghd

Tengo dos modelos: unas más finitas (miny Styler), con las que viajo siempre y que uso en casa si sólo me quiero alisar el flequillo, y el modelo clásico.

Después de años alisándome el pelo, tengo mi técnica propia y necesito sólo unos minutos para alisar todo la melena. Aquí os dejo un par de trucos para que le déis con alegría a la plancha.

Apuesta por las siliconas. Aunque las siliconas y los parabenes (conservantes) parecen ser ahora los enemigos número uno del cabello, si te planchas el pelo, utilizar un serum o una mascarilla con siliconas, es una buena forma de proteger la cutícula del cabello para que no sufra con el calor.

Date un break. Hay días en los que dejo descansar el pelo. Sólo me plancho el flequillo y los laterales, para dejar el resto de la melena en su estado natural. Es decir, encrespado.

El pelo siempre bien seco. Nunca pases las planchas con el pelo húmedo porque, literalmente, fríes el cabello.

Por partes. Utiliza unas pinzas para poder ir trabajando el cabello por mechones. Si no alisas bien las capas inferiores, en cuanto pongas un pie en la calle, la humedad hará que tu pelo se infle por arte de magia.

Un extra de protección. No me suelen gustar las fórmulas protectoras, prefieros los aceites, que aplico con el pelo seco.

Mima las puntas. Recuerda que ésta es la zona del cabello más dañada (restos de coloración, sequedad, etc), por eso, aplico siempre un extra de producto nutritivo (mascarilla, aceite, etc).

¡Dale al aceite! Hay veces, si noto mi pelo especialmente seco, que aplico sobre toda la cabeza un aceite (aquí tienes mis favoritos). Lo distribuyo o con los dedos, dando un buen masaje, o ayudándome con un cepillo de pala. Lo dejo actuar durante 10 minutos y luego lavo el cabello.

Péinate primero. Para que no haya nudos y la plancha se deslice sin problemas, cepilla el cabello de raíces a puntas con un peine o un cepillo de pala.

Desde la raíz. Para que no queden marcas, pasa la plancha (una sola vez) de la raíz a la punta. No hagas fuerza y mueve la muñeca hacia afuera mientras arrastras la plancha (haciendo el gesto contrario a mirar la hora).

Limpia las planchas. Cuando se hayan enfriado, limpia las placas de la plancha con un trapo ligeramente humedecido para eliminar cualquier resto de producto de styling.

Para el flequillo. De nuevo es fundamental ir por capas (especialmente si tienes remolinos como yo). Si no alisas la base, en cuanto sudes o haya la más mínima humedad, tu pelo se rizará. Para que no quede demasiado plano y no ¡quemarme la frente!, me suelo ayudar con un peine.

Mis básicos: pinzas, peines y aceite Precious Oil de Pureology (27,50 €)

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