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Por mí, por ti, por ellos

El domingo fue un gran día runner. Tocaban los diez kilómetros de Paracuellos, con todas sus cuestas y su frío habitual. Podría contaros que pasé un día fantástico, rodeada de grandes amigos y que, además, hice mi mejor marca personal con podium incluido. Pero todo esto se queda en simple anécdota, porque el domingo el protagonista era Guzmán, y todos sus amigos «pelones», a los que ni tan siquiera conozco. Corrí por todos ellos, aportando mi pequeño granito de arena, en forma de donación, a la investigación de la leucemia infantil.

El domingo fui Una entre cienmil. La ONG que montó Jose Carnero en 2010 cuando a su hijo Guzmán de tres años le fue diganosticada una leucemia linfoblástica aguda, una enfermedad que sólo aqueja a tres niños de entre cada cienmil y que se cura en el 80% de los casos.

Así que si tienes una carrera próximamente, no dudes en colocarte uno de los dorsales para apoyar la investigación de la leucemia infantil. ¿Cómo puedes colaborar? El proceso es súper sencillo. Entras en su página web, haces una donación por el importe que tú quieras (desde un euro), a través de Paypal, y ellos te envían por e-mail tu dorsal, para que lo coloques en la camiseta el día de la carrera. Fácil, ¿verdad?

Fui la 1208 entre cienmil. Mis amigos Juan y Sergio también quisieron colaborar y se colocaron sus dorsales. ¡Gracias chicos por uniros a la causa!

Aquí estoy en plena carrera. Dedicar tu esfuerzo a alguien es un extra de motivación. Sobre todo, en esos momentos que toca «apretar los dientes» y sufrir un poco.

Un gran día. Por fin, corrí con mi amiga y «socia» corredora Clara de Yonocorrovuelo que también consiguió subir al podium al ser la tercera mujer en pasar por meta. Yo lo haría en cuarta posición.

Desde aquí sólo dar las gracias a la organización y a todos los voluntarios de Paracuellos por montar una carrera que es, simplemente, impecable. A Sergio y Miguel Ángel por regalarme estas fotos. A mis amigos de las Gacelas de Madrid y a Pablo Gómez, mi trainer de Functional por sudar la camiseta con tanta alegría. A Sonia, una de vosotras, quien se acercó a saludarme (gracias, me hizo mucha ilusión). A Elena Sanz, otra #mujeresquecorren, a quien por fin puse voz. A Jose, ese gran corredor y triatlea, que de forma espontánea me apoyó en los últimos quinientos metros dándome grandes consejos. Y por último, y ya paro que esto parecen los Oscar, a mi bundle pack y a nuestros amigos de Gijón, que se pegaron el madrugón para darle con pasión a la zapa.

Por cierto, aquí os dejo foto de la súper fabada que comimos en casa tras la carrera. Si los triunfos no se celebran con grandes amigos, ¿qué sentido tiene ganar?

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