Spa facial

Últimamente no tengo tiempo ni para respirar y, aunque daría algo por poder poder cogerme un par de horas para que me hiciesen una limpieza de cara, he dejado de soñar y me he puesto práctica. La semana pasada, mientras hacía la maleta para irme a Barcelona con las Mujeres que Corren, me monté el spa en casa. Sí, soy la mujer orquesta. En la ducha, aproveché para exfoliarme cara y cuerpo. Mis peelings favoritos: Microdermoabrasión retexturizante epidérmica de Kiehl’s, lo más parecido a un Nanas para la cara, y mi gel Exfotonic de L’Oréal Paris para el cuerpo.

Al salir de la ducha, aceite de almendras por todo el cuerpo y en la cara, la estupenda mascarilla de Kanebo Mud Soap (Wash & Mask), un producto multiusos que puede utilizarse como jabón limpiador o como mascarilla. Dejé que actuase durante 20 minutos así que mientras me dio tiempo para hacer la maleta, poner un par de tuits y colgar alguna foto en Instagram para calentar motores. Muchas veces me preguntáis cómo puedo llegar a todo, la respuesta es que, como las fotocopiadoras, soy multitarea. Para retirar la mascarilla, nada como el cepillo exfoliante de Clarisonic. Ya os hablé de él en un post anterior. A continuación, para no mancharme el pelo y retirar cómodamente los restos de mascarilla, me recogí la melena en un gorro de ducha y con una toalla de manos empapada en agua muy fría limpié la zona. A continuación, y con la piel ligeramente húmeda, apliqué un booster de ácido hialurónico de Skeyndor por todo el rostro y encima extendí la mascarilla de la misma línea , para potenciar la acción del serum. Aunque normalmente el sérum se aplica debajo de la crema, en este caso, lo extendí bajo la mascarilla para hacer oclusión y ayudar a que penetre mejor. Estos dos productos de Skeyndor contienen fragmentos de ácido hialurónico de alto peso molecular, que protegen las capas más superficiales de la piel  frente a la agresión de factores ambientales (polución, radiación solar, etc) y no penetran más allá del estrato córneo (la capa más superficial de la piel). Pero, también, incluye otros de muy bajo peso molecular que sí son capaces de alcanzar la dermis y estimular la síntesis de nuevo ácido hialurónico, de gran poder hidratante ya que posee la cualidad de retener gran cantidad de agua.

Para terminar, retiré de nuevo la mascarilla con la toalla y voilá piel nueva y súper hidratada. No es lo mismo que una buena «frotadina» de mi madre pero me quedó la cara limpina, fresquina y súper hidratada.

Sensai Silky Purifying mask de Kanebo 53 €; Booster Hidratante de Skeyndor, 38,40 €; Mascarilla hidratación profunda de Skeyndor 27 € y pepillo Clarisonic Plus (para cara y cuerpo) 225 €.

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