No sé si a vosotras os pasa, pero con la hidratante de rostro me cuesta mucho ser infiel. Es como ese par de zapatos que cuando te los pones tienes la sensación de haber llegado a casa y podrías llorar de pura felicidad. Y es que, ¿hay algo más...
No sé si a vosotras os pasa, pero con la hidratante de rostro me cuesta mucho ser infiel. Es como ese par de zapatos que cuando te los pones tienes la sensación de haber llegado a casa y podrías llorar de pura felicidad. Y es que, ¿hay algo más...