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Bienvenidas a mi nueva casa

Hola a todas!
Hoy estamos de reestreno. Thebeautymail tiene ya casi un año de vida. Nació el nueve de enero del año pasado, fruto de una inquietud y una ilusión, la de compartir con todas vosotras mis mejores trucos de belleza. Y, desde entonces, la gran familia thebeautymail no ha hecho más que crecer. Sois muchas las que me habéis escrito, inspirado y dado aliento en esas semanas en las que no encontraba un hueco para postear. Habéis descubierto que muero por un buen aceite de cuerpo, mi pánico a bucear, mi colección de zapatillas de correr a lo Imelda Marcos, e incluso lo que esconde mi mesilla de noche. Hoy, Thebeautymail sólo se muda de casa. A partir de ahora, me encontraréis aquí, en ELLE.es. Seguiremos tomando café puntualmente a las ocho de la mañana y de corazón espero que me sigáis acompañando. El desayuno sin vosotras no sabe igual. Cambiamos el pisito por el chalet, pero seguimos fieles a nuestra filosofía: una belleza práctica, con trucos que de verdad funcionan y, como siempre, mucho running. Para las que no nos conocéis quiero compartir con vosotras el primer post con el que estrenábamos Thebeautymail. Mi manifiesto sobre la belleza, mi auténtica declaración de principios. Os invito a todas a descubrir mi pequeño rincón beauty.
Os espero. Como siempre, stay tuned!

Mi madre en sus años mozos.

My beauty Manifesto

De niña, las clientes de mi madre siempre me preguntaban si yo algún día sería esteticista como ella y yo negaba con rotundidad porque tenía claro que jamás trabajaría en el mundo de la estética. Y, aunque en su día pensé en dedicarme a la comunicación política, aquí estoy varias décadas más tarde escribiendo sobre belleza.
Los recuerdos de mi infancia van ligados a los de un salón de belleza. Antes de que existiese la depilación láser, yo jugaba con mis primas a cocer las pepitas de la cera en cacerolas. La colábamos para luego contemplar hipnotizadas cómo una de mis tías la aplicaba con espátula sin derramar una sola gota. También recuerdo ponerme sobre la cara las mascarillas de colágeno rosa, que luego me quitaba como si fuese Diana de la serie de televisión V. O la vez que quedé fascinada por unos glosses con espejito de Babor, que robé del armario del maquillaje, y que atesoré como oro en paño hasta que mi madre me pilló con las manos en la masa.
Aunque con el paso de los años me convertí en la envidia de mis amigas, porque mi madre era esteticista, seguía renegando. Hubiese preferido que fuera profesora, porque así podría ayudarme con los deberes. Además, en verano, era un fastidio ir a la playa toda embadurnada de protector solar, a modo de plasta blanca para no quemarse o el calvario que suponía la hora del baño. Aquellas «frotadas» que nos pegaba con la esponja Activel, para luego dejarnos a mí y a mis santos hermanos (sí, Luis tampoco se libraba) brillantes cual culturistas con la «mágica» crema de colágeno, que venía en un bote de más de un kilo y parecía no terminarse nunca. Con lo años, caería en mis manos la codiciada Diamond de cuerpo de Natura Bissé, cuya textura y olor a lavanda me recordaba a aquel famoso colágeno. Lo que daría hoy porque a diario alguien me diese gratis, y con tanto mimo, una de esas frotadas acompañada de un masaje vigorizante.
Como todas las hijas, al final, he aprendido que las madres siempre tienen razón. Después de casi una década escribiendo sobre belleza, tras entrevistar a algunos de los mejores dermatólogos y a un sinfín de celebrities, sé que los mejores consejos me los dio hace muchos años mi madre: límpiate bien la cara y usa siempre protección solar.
En este nuevo blog que hoy inauguro quiero compartir contigo mis mejores consejos de belleza, esas recomendaciones que siempre funcionan y dar respuesta a tus posibles dudas. ¡Sígueme!
Mamá, va por ti.

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29 comentarios
  • Hola de nuevo!!
    A las 17:21 descubría tu blog, y me he enganchado de tal manera, que a las 19:46 ya me lo he leído «todo»
    Gracias por acercarnos tu experiencia. Con el volúmen de información, compramos y compramos productos… tus consejos me ayudaran a tamizar.
    Saludos de nuevo

  • Hola Cristina, llevo tiempo siguiéndote y ya he comentado algún que otro post, me encanta lo que dices y tus gustos, por que me siento muy identificada, yo también disfruto cuidándome y cuidando a los demás, y sobretodo me apasiona correr, como a tí. Estoy preparando mi segundo maratón y estoy entrenando a tope, tengo un blog de maquillaje y estoy pensando hacer alguna entrada sobre el tema running también, te nombraré vale? 😛 Un beso guapa. :*

  • Hola Cristina,
    ¡qué sorpresa encontrarte aquí! , no sabía que también tenías un blog de belleza, yo siempre te leía en on the record. A partir de ahora será también aquí, los temas de belleza, cremas y todas esas cosas también me apasionan.
    Mucha suerte en esta nueva etapa.
    Saludos,
    Nuria

  • Ay Cristina, que bonito, me he emocionado, que palabras tan bonitas dices sobre tu madre, tienes toda la razón del mundo, a lo largo de la vida te das cuenta que siempre ellas tienen razón y sobre todo lo mejor es cuando ahora se lo dices ellas siempre responden: ay hija, si ya te lo decía yo, menos mal que esa cabecita va madurando!!!, jeje en fin, Cris, (espero que no te moleste que te llame Cris, pero es como si ya fueras mi amiga) que te admiro mucho, me encantan tus consejos y mi manifiesto es no perderme núnca un post tuyo!!! BIENVENIDA A ELLE.ES!!!

  • No te había leído nunca hasta el momento, pero puedo asegurarte que ya te has ganado una asidua.

    Mucha suerte en tu nueva andadura por este gran chalet.

    Hasta las 8.00 am !

  • Espero que sigas colgando en FB cada nueva entrada, que yo soy muy despistada y se me van las semanas volando…me encanta seguirte, donde sea, así que suerte en tu nueva andadura y como dice la canción: » no me importa dónde vayas….te encontraréeeee…..»»»
    OXOXO

  • Felicidades Cristina!
    Llevo toda mi vida coleccionando la revista (me la compraba en Andorra y en francés cuando todavía no existía la edición española) y cada día entiendo más el porque! Está llena de buenísimos profesionales que transmitiis vuestras ganas de currar y de compartir! O sea que un 10! Y además tu faceta runner me tiene enganchada (soy una súper novata que cada dia que pasa disfruta más calzándose sus zapatillas!) Un abrazo!

  • Gracias a tu beauty mail y a que somos vecinas de chalet adosado, en casi doce meses he rejuvenecido casi diez años. Mi cutis resplandece, mi piel es la de un bebé y mi pelo … bueno: debo seguir enganchada a tu blog todavía más para que el fenómeno «El curioso caso de Benajamin Button» llegue a mis folículos pilosos. ¡Que suerte tenerte tan cerca, Mitrus!

  • Cristina, me alegro mucho por ti 🙂 y por esta mudanza al chalesito. Me ha encantado recordar este post tan simpático de tus inicios en este blog.
    Bueno, pues a cambiar de dirección !
    Saludos cariñosos

  • Te seguiremos vayas dónde vayas, linda! Y me alegro mucho de ésta, tu nueva casa (mejor dicho, chaletazo)!! Mucha suerte, princesa, y sigue inspirándonos!

  • Me gusta mas este «look».
    Un saludo, y tambien añado que recuerdo aquella «cocina» donde la Tias Aranda hacian aquella cera que despues se usaba en aquellas salas «secretas» para todos.
    Eramos niños, demasiado inquietos y curiosos, despues de los años, averigue para que era la cera……que cosas hacen las mujeres para estar bellas y guapas!!!, pero ahora hay mas cosas, al menos, menos dolorosas!.
    A buen seguro, amigos lectores, Cristina pondra mucha luz a todos los trucos y anecdotas de belleza que todos los Aranda llevamos en el recuerdo, y como Cristina, vividos en primera persona. Un fuerte abrazo de tu primo.

  • Me encanta tu nuevo «chalet»!!! jaja Aquí me quedo para seguir aprendiendo y echándote la culpa de todos mis nuevos vicios, desde limpiarme la cara a conciencia cada noche a salir a correr mis cortos (para mí un mundo todavía) cuatro kilómetros. Besos y mucha suerte en esta nueva andanza profesional

  • ¡Bienvenida Cristina!
    Me alegro mucho de que te hayas mudado a esta nueva casa lleva de vecinos divertidos. Llamaremos a tu puerta cada vez que nos falte sal, crema hidratante o bálsamo de labios.

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Cristina Mitre