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Cura de belleza

En estos dos meses de andadura virtual, hemos hablado mucho de todos esos activos milagrosos que te cambian la cara. Pero hay uno del que todavía no os he dicho nada. No se trata de una vitamina, ni una proteína, ni tampoco un aminoácido, pero tiene propiedades mágicas si se aplica en grandes cantidades. Se llama: descanso y es la varita mágica para borrar los signos de cansancio de un plumazo. Para que tenga efecto es mejor practicarlo fuera de casa y si es en el campo, mejor. El fin de semana anterior habíamos estado en París para correr un medio maratón (lee aquí mi crónica), así que necesitaba aparcar las zapatillas un rato y recuperarme de una semana loca en la oficina. Por eso, me programé una cura de belleza en Monachil (Granada).

No soy fan de las aglomeraciones, las colas, ni el barullo. Me gustan los destinos recónditos y por eso, los hoteles pequeños y rurales suelen estar entre mis favoritos. El viernes pusimos rumbo al sur para echar el freno de mano y descansar en La Almunia del Valle. Un pequeño hotel de 11 habitaciones, donde todo está hecho con mucho mimo. Sus dueños, Patricia y Manuel, huyeron de la gran urbe madrileña hace algunos años para montar en plena sierra granadina este paraíso del descanso. Otro punto a su favor: admiten perros. Así que en plan family Fever, junto a mi bundle pack y mi perra Pixie, pasé un fin de semana de lujo.

Detalle de la habitación. Era muy acogedora, tenía un pequeño salón para ver la televisión y tu propio servicio de té y café. En La Almunia todo está pensando para que si quieres, te puedas aislar del mundo. ¡Qué relax!

Estas son las impresionantes vistas a la sierra desde mi habitación. Había una pequeña terraza, perfecta para sentarte a leer un libro, calentarte al sol o simplemente disfrutar del silencio. ¡Qué gusto!

El sábado por la mañana nos fuimos de excursión con la perra por la zona de los Cahorros. Un parque natural en el que recorres el cauce del río Monachil. Puentes colgantes y pequeñas grutas hicieron mágica la caminata, apta para todos los fondos físicos. Es perfecta para ir con niños porque les parecerá una súper aventura.

Pixie, mi labradora de tres años, estaba en su elemento. Es un gusto poder viajar con tu mascota, ¿verdad?

¡Qué limpita estaba Pixie tras la caminata! No sé cómo lo hizo, pero se las arregló para llegar al hotel sin rastro de barro. Los labradores son una raza muy limpia. No los bañes, porque tienen una capa de sebo que les protege de posibles infecciones y, además, es responsable de que les brille el pelo. Como mucho báñalo una vez al mes, porque basta con darle un buen cepillado. Pixie ahora está empezando a mudar el pelo, así que uso un cepillo que entresaca el pelo muerto. Se llama Furminator y es mágico. Ya ves, aquí en Thebeautymail hay trucos de belleza para todos. ¡Incluido el perro!

Jony atravesando uno de los múltiples puente colgantes que nos encontramos durante el camino.

Entre mis propósitos para 2012 está, además de montar un huerto en el jardín de casa, salir de monte más a menudo con Pixie. ¡A ver si lo logro!

Monachil está a tan sólo media hora de la estación de esquí de Sierra Nevada, así que el domingo nos acercamos hasta allí. Había poca nieve, pero la justa para hacer unas bajadas y dar por finalizada la temporada. Ademas, tenía que estrenar mis nuevas gafas Arnette. Son rosa fucsia, de lo más discretas.

En la foto, con mi amiga Marian, quien también bajó desde Madrid para pasar el fin de semana en Sierra Nevada. Mientras nosotras nos precipitábamos por las pistas, su marido Octavio nos hizo el inmeso favor de hacer de babysitter perruno haciéndose cargo de Pixie. Tras la jornada de esquí, Octavio nos llevó a comer a El Cateto (Tel. 958 50 01 57), un restaurante a la entrada de Monachil, cuya especialidad es el plato Alpujarreño. Menuda fiesta para mis adipocitos: morcilla, huevos, patatas fritas, salchichas y lomo. ¡Viva el colesterol! Estaba para mojar pan y no parar. Y por sólo 9 €. Cien por cien recomendable.

Este fin de semana, me escapo de nuevo. Ya sabes, no hay dos sin tres, así que éstate atenta porque prometo post.

Stay tuned!

Cris

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6 comentarios
  • Qué bien, Cris, que bonito, qué suerte tienes de poder desconectar así, que viene GENIAL …Con el buen tiempo que ha hecho esta semana!

    PD. Al comentario de MARIJOSE, SOLO comento LO que me INTERESA.
    BSS.

  • Segundo intento :-))
    Me ha dado mucha envidia tu fin de semana granadino. La próxima vez que baje a casa (Almería), le dejo el peque a mis padres y me escapo a ese paraisito. Lo pienso copiar todo, menos la mascota y las bajadas por borreguiles, me temo que la nieve dijo adiós.
    Octavio es un santo, por cierto la sonrisa de Marian inconfundible, te cazé.
    Cris me gusta mucho tu blog, el diseño es chulo chulo, fino y elegante como tu, sin estridencias y directo.
    Ay muac

    • Sonia, gracias por tu mensaje por alguna extraña razón se había ido a spam! Seguimos en contacto aunque sea virtual porque está visto que en el polígono casi ni nos vemos. Parece mentira!

  • Que envidia me ha dado tu fin de semana granadino, me apunto en destino para escaparme cuando baje a mi tierra, Almería, dejo a mi madre con el peque y copio todo lo que dices, menos las bajadas por borreguiles, me da que la nieve dijo adiós.
    Me encanta tu blog Cris, el diseño está de lujo, fino y elegante, como tu :-))
    Besossss
    Por cierto, la sonrisa de Marian es inconfundible, te cazé.

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Cristina Mitre