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El día que decidí dejar mi trabajo

Para los que lleváis tiempo siguiendo este blog y mis peripecias vitales a través de las redes sociales sé que, cuando anuncié el pasado mes de septiembre mi intención de comenzar una nueva aventura en solitario, os chocó. Pero en la vida uno tiene que posicionarse, asumir riesgos, elegir, atreverse a fallar, para así ganar. Decidir dejar mi trabajo no fue algo que se gestase de un día para otro, ni mucho menos, no fue una decisión de última hora fruto de un impulso. Nació de una necesidad vital y de una pregunta: «Si no es ahora, ¿cuándo?».

Ya había marcado con una  X muchas casillas profesionales para las que había trabajado duro: desde dirigir la sección de belleza de la revista ELLE, crear mi propio blog, publicar un libro (al final dos y un tercero en camino, si logro centrarme), dirigir una revista de fitness y estilo de vida como Women’s Health. Estaba subida a lo que muchos llaman la cresta de la ola y, en el mejor momento, decidí bajarme, parar, respirar y tomar un nuevo rumbo. Necesitaba no estar en primera línea de fuego, dar un paso atrás y no al frente, para poner toda mi energía en aquellos proyectos que me apasionaban, pero a los que no podía llegar por falta de tiempo. Quería una vida más equilibrada, encontrar la serenidad y la calma que no tenía y soltar el acelerador para estar más presente, porque me estaba perdiendo lo importante: las pequeñas cosas del día a día.

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Mi espacio de trabajo en casa y mi nuevo uniforme: el chándal. 

Nuestras carreras profesionales ya no son una línea continua y, en mi caso, siempre me he movido impulsada por la necesidad de  enfrentarme a un nuevo reto y no tanto por alcanzar un puesto determinado o un sueldo. Tampoco he tenido miedo a sumir nuevos desafíos, ni profesionales, ni personales. Y para muestra mi 2015, porque en el mismo año cambié de país, de trabajo, hice dos mudanzas, aprendí un nuevo idioma (que sigo sin dominar), escribí un libro y corrí un maratón. No me asusta el cambio, porque es una oportunidad de ganar nuevas experiencias. No es fácil, pero siempre compensa. Decidir apostar por un proyecto personal no significa cometer suicido profesional, ni desaparecer, en mi caso del sector editorial, porque en esta nueva etapa me enfrento a nuevos retos, que pueden ayudarme mucho a ser una mejor profesional.

Decidí dejar mi trabajo sin hacer un business plan (lo sé, mal) es lo que tiene ser un espíritu libre, pero sí  soy consciente de cuáles son mis puntos fuertes y mi talón de Aquiles. Así que como Bobbi Brown, quien recomienda siempre rodearse de gente que sepa lo que tú desconoces, estoy haciendo mi curso acelerado de «tome usted las riendas de sus finanzas», dejándome asesorar por los expertos. Porque para juntar letras tengo cierta pericia, pero no me ocurre lo mismo con los números. Además, poseo una gan capacidad para desconectar y ponerme a pensar en «mis cosas» cuando me hablan de impuestos, presupuestos, IVA, renta, etc.

Así que el mayor reto, ahora, es poder vivir de lo que me gusta: contar historias. Y para los que nos dedicamos a crear contenido, a veces, es difícil que el otro entienda que nuestro tiempo y lo que hacemos tiene un valor. Nadie va al supermercado y le dice al frutero a ver si le puede ajustar un poco el precio de los tomates, ¿por qué los que nos dedicamos a escribir o, por ejemplo, ilustrar tenemos que hacerlo con nuestro tiempo y nuestro trabajo? Lo que soy capaz de hacer tiene un precio, fruto de la experiencia de muchos años en mi sector, pero parece que cuando nos gusta lo que hacemos, y más si trabajas en  un sector creativo como este, como «nos gusta y se nos da bien», vale menos.

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Con mi compañera de oficina: mi perra Pixie. 

Conclusión: ahora estoy prestando atención a los números y haciendo mío el famoso eslogan de L’Oréal, «porque yo lo valgo».

Lo cierto es que en esta nueva etapa no partía de cero. Tenía ya un blog consolidado, presencia en redes sociales, mucha experiencia en distintas revistas y en diferentes puestos, una buena red de contactos y estabilidad económica, para poder invertir a largo plazo en mi proyecto personal. Desayunar a diario en tazas con mensajes del tipo: «si puedes soñarlo, puedes hacerlo» es peligroso, porque  aunque lo sueñes, y lo desees con todas tus fuerzas, puede que sea imposible. Primero, porque quizá no sea el momento y segundo, porque a veces nos ponemos un reto muy por encima de nuestras capacidades. Por amar o desear algo con mucha intensidad no vas a conseguirlo y, además, debemos elegir algo que dominemos, vaya, que se nos dé bien. En mi caso, amo la cosmética y me encanta el mundo 2.0, pero sé que mi fuerte no son los vídeos tutoriales del tipo «cómo hacerte la trenza de espiga», para eso ya está Patry Jordan. Lo que me lleva a una tercera conclusión: si apostáis por el cambio: buscad algo que os apasione y, además, dominéis.

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Mi mesa de trabajo

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Cualquier momento es bueno para echarse unas cremas

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Uno de mis mayores placeres ahora es salir a caminar escuchando un podcast entretenido o parar a leer algo interesante, porque esto es, también, parte de mi trabajo. 

Así que aquí van las conclusiones que yo he sacado en estos meses y que ojalá os ayuden a apostar por el cambio.

  1. Traza un plan. Y esto no es siempre un business plan. Si quieres llegar de A  hasta B piensa en cómo tienes que hacerlo: cómo formarte, cómo establecer una red de contactos y en lugar de pensar en la meta final, pon el foco en los pequeños retos que tendrás que ir superando. Esto es como la maratón: para llegar al kilómetro 42, primero hay que ir pasar por el control del 5, del 10, la media maratón y así hasta coronar la meta.
  2. Cree en ti con todas tus fuerzas, pero sé consciente de cuáles son tus debilidades y tus destrezas.
  3. Las cosas llevan su tiempo. Estamos muy acostumbrados al efecto flash, a los resultados inmediatos y a la gratificación instantánea, pero cabalgar en solitario es difícil. No creo en la suerte, pero sí en una fuerza poderosa llamada voluntad y esfuerzo. Nada es gratis y hay que trabajar duro. Tendrás que renunciar a muchas cosas, aprender a decir que no y hacerte valer. Pero, ahora, ser dueña de mi tiempo, vivir sin prisa y embarcarme en proyectos ilusionantes, es para mí lo mejor de esta nueva etapa. Creo que nunca antes había tenido tanto éxito. No tengo cargo, ni tarjeta de visita, pero sí mucha ilusión en lo que está por venir.
  4. Aprende a vivir con incertidumbre y sé flexible. Antes me pasaba la vida planificando, ahora, fluyo como el agua. Y es que, como diría Bruce Lee: «be water, my friend».

Fotos: Silvia Martínez.

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18 comentarios
  • Precisamente ayer pensaba sobre cómo ha cambiado la vida laboral en nuestros días. Antes, nuestros padres trabajaban toda la vida en la misma empresa y el objetivo era ascender para ganar más dinero. Sin embargo hoy, cada vez más gente, estando en la «cresta de la ola» como dices, decide bajarse para disfrutar de la vida con más calma y encontrar el equilibrio.

    Yo también decidí hacerlo el pasado verano. Me había metido en un círculo vicioso del que era difícil escapar pero lo hice con dos objetivos: 1) parar para pensar en lo que realmente quiero hacer y 2) ser mamá antes de cumplir los 40 (los cumpliré este mes de julio). Aunque aún no tengo claro lo que voy a hacer en mi futuro laboral, voy camino de convertirme en mamá el próximo mayo si todo sale bien :).

    Y lo que más me gusta es que mucha gente a mi alrededor, amigos, familia, pareja… están en la misma situación y se están arriesgando para ser felices. ¿No debería ser el objetivo de todos ser felices? Yo, como tú, voy a intentarlo!

  • Te deseo mucha, mucha suerte!!! Dar un paso así es de lo más complicado que hay en la vida… Atreverse a dar el paso y cambiar para reinventarse es tener mucho valor pero también creo que hay algo por lo que has pasado de refilón en tu post q te puede impulsar más o menos a dar ese paso y es… Esa estabilidad económica…
    Desgraciadamente…Si no se tiene, es más arriesgado dar el paso… Verdad??
    Un beso. Vanessa
    http://www.infrontrowstyle.com

  • Eres muy valiente Cristina, te sigo desde hace poco más de un año y te admiro mucho. Tienes las cosas muy claras y gracias a tus ánimos y comentarios he encontrado en el running algo que hace un año ni me lo hubiera imaginado. Estoy pensando ya en prepararme para una media maratón y se q si me lo propongo lo conseguiré aunque se q se requiere mucho esfuerzo y sacrificio. Estoy esperando ya tu tercer libro, los dos primeros han sido para mí vitales en mi nueva vida con el deporte. Un beso y sigue así.

  • Hace dos meses que te sigo (estoy estudiando español ????) y quiero darte las gracias por tu posts!!! Eres una mujer muy valiente y inspiradora. Mucha suerte y disfruta tu vida. Un abrazo grande de Hamburgo.

  • Hay que ser valiente de verdad para tomar una decisión así. Y no hay mayor recompensa que verte tan bien ahora. Te sigo Cris, y te admiro. Muack.

  • La verdad que cuentas las cosas de una manera muy clara ! Estoy totalmente de acuerdo contigo es muy difícil vivir de esto pero no imposible, creo ir eres una ganadora hagas lo que hagas te irá bien y estamos detrás tuyo apoyándote desde hace muchos años . Quiero que sepas que nos inspiras para enfrentar los retos de la vida con mucha fuerza y perseverancia. Creo que ese es el gran secreto de la vida . YTe animo a que nos sigas deleitando con tus post y tu presencia en las redes sociales ????????????????

  • Me encantas Cristina!!! Con la proximidad que cuentas las cosas, eres muy cercana, a mi me aportas muy buenas vibraciones. Yo he pasado en un momento de mi vida el tomar también una decisión como la tuya y leerte ayuda mucho, no te sientes sola.
    Tengo claro que la base es creer en lo que haces, eso te hace sentir tan feliz!!
    Te felicito por ser como eres, la vida te tiene que sonreír siempre.
    Una abrazo.

    Nuria

  • Te diría muchas cosas, pero frente a frente y con un buen café, pero lo resumo…
    Eres muy valiente,ojala el mundo tendría más personas como tú!!!

    Besazo

    Ruth

  • ¡Hola Cristina! Te sigo desde que comenzaste con tu blog en Elle, creo que era el año 2009 ó 2010 cuando te descubrí. En aquel entonces yo también trabajaba en una oficina. Pasé 2 años en paro y después encontré un trabajo de nuevo… Pero llevaba tiempo haciendo trabajos por mi cuenta que compatibilizaba con el nuevo trabajo, hasta que tomé la misma decisión que tú: volar sola y ser mi propia jefa. Soy autónoma desde hace casi 3 años y soy muy feliz retándome a mí misma, siendo lo más disciplinada que puedo y dedicándome a lo que más me gusta.Al igual que a tí, no me gusta nada escuchar hablar sobre impuestos, renta, autónomos… Pero delego esa parte en profesionales que me ayudan y así mi tiempo está enfocado a hacer lo que mejor se me da.
    Así que no puedo hacer otra cosa que darte la enhorabuena por ser aún más valiente de lo que eres.
    ¡Ah! Gracias también por todo lo que nos enseñas a otras mujeres, por tus posts sobre tantas rutinas, por tu energía, por tu optimismo y por tu talento: ¡gracias!
    Un abrazo y ¡mucho power para tí! =)
    P.D. Gracias a tí he pasado de ser una adicta a la revista ELLE, a serlo también de Women`s Health! jajajajaja.

  • Enhorabuena por ser tan valiente. Un post que personalmente estaba esperando como agua de mayo. Yo un día me bajé del tacón también, sin plan y a lo loco… es lo que tiene ser creativa y sus necesidades. Lo hice hace más de 10 años y ahora dos peques y mucha experiencia vital después, empiezo desde cero. Aunque no me da miedo, porque el que parte de cero, no pierde nada, sí pienso en el futuro y en no malgastar fuerzas. Lo mío no son las cremas, es la cocina y la salud, de eso sé mucho porque me fascina. Además vivo en Londres y estoy rodeada de inspiración… Enamorada del 2.0 como tu, ahora sólo necesito mi plan..
    Por favor cuéntanos tus mantras y también tu estrategia con los números y una charla del famoso «porque yo lo valgo» nos iría tan bien…
    Gracias por tu blog es para obligatoria (solo me falta darle al running, ya estoy en ello :))
    Mucha suerte para Boston !

  • Hace años que te sigo, y realmente si tengo que «modelar» a alguien, sería a ti.
    Darte las gracias por un post como éste, así como el directo en el baño de ayer. Exhalas positividad y buen rollo. Cuando una persona brilla así, con esa generosidad además, únicamente hay que reconocerla.
    Un abrazo.
    PD.: el chándal te queda de lujo. Tú siempre estás cuqui.

  • Oh me ha encantado!!! Me lo aplico a mi situación actual… A punto de dejar un trabajo estable para embarcarme en verano en una nueva aventura en un nuevo país, Suiza, sin dominar el alemán pero con ganas de nuevos retos y de luchar para mejorar mi calidad de vida! Gracias por entradas como esta 🙂
    Un abrazo

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Cristina Mitre