El medio maratón más bonito del mundo

Si es que no tengo remedio. Con la Wings for Life dije que me cortaba la coleta esta temporada pero claro, si te dicen que la EDP Meia Maratona do Douro es la carrera más bonita del mundo, con semejante eslogan, quién se resiste.

Correr siguiendo el curso del río Duero y entre viñedos.

Y, además, era la excusa perferta para pasar el fin de semana en Oporto. Y, ladies, visita obligada conocer esta ciudad. ¡Qué bien comí y cómo disfruté! Paraíso runner su parque da cidade y la zona de Foz do Douro. Repito seguro y quizá líe algo con Mulheres que correm (estad atentas, meninas).  Este mini break ha sido de esos fines de semana que cuentan casi como unas vacaciones. Os haré un post con todos los sitios increíbles que estoy conociendo en mi aventura lusa. Portugal, mola (mucho).

El traje de luces para la faena del domingo. Y siempre renovando mi dorsal de Uno entre Cien Mil para la investigación de la leucemia infantil (puedes conseguir el tuyo aquí). Había que ir de corto, porque iba a apretar el calor. Y ya lo creo: más de 27 grados a las 10:30 de la mañana. Para mi gusto, las carreras en Portugal empiezan un poco tarde, aunque también es cierto que esta prueba tenía una logística complicada, porque se salía y se llegaba en dos puntos distintos y desplazar a los más de 12.000 participantes (entre la prueba de seis kilómetros y el medio maratón) hasta la salida no era fácil.

Minutos antes de comenzar la prueba. Cuando me apunté lo hice muy motivada (me pierde ponerme un dorsal), pero lo cierto es que no tenía las patucas para 21 kilómetros después de la maratón y los 25 kilómetros de las Wings For Life. O eso creía…

Pero pensé que ya puestos y, después de madrugar un domingo, no me iba a ir hasta Peso da Régua, a 120 kilómetros de Porto, y desde donde partía la prueba, para hacer seis kilómetros.

Con mi team: Pedro, Tania, Pilar, Teresa y Jony. Ellos iban a hacerse seis kilómetros y terminaron en la media, porque se equivocaron de salida. ¡Cosas que pasan! Y menudos campeones porque terminaron todos.

Haciendo unas declaraciones a la televisión en mi lindo portugués. Si os queréis echar unas risas con mi portuñol podéis ver el vídeo aquí. A ver si me pongo a estudiar y dejo de inventarme este idioma como Lopetegui.

Avistando la meta a lo lejos. Pensé que no llegaba. ¡Qué largo se me hizo del 19 al 21! Me tuve que parar a beber agua en los dos últimos avituallamientos porque si no no iba a ser capaz de terminar.

Siempre huyo de las mangueras en las carreras (flequillo manda) pero qué gusto que nos mojasen durante el recorrido.

Dadas las circunstancias, al comienzo de la prueba me vi bastante bien, pero en el kilómetro doce se me hizo muy cuesta arriba por el calor y, aunque el recorrido era muy bonito, ir sola en plan «carretera y manta» fue un poco duro. Eché de menos no tener allí a Clara, pero pensé en su «Mitre aprieta el culo y palante» Y eso hice.

Y al final, aunque no hice mejor marca personal, cruce el arco de meta en 1:38 minutos. Así que con el subidón me he apuntado a la Carrera de la Mujer de Lisboa de este domingo y a una nocturna de ocho kilómetros en junio. Lo que nos gusta ponernos un dorsal con imperdibles.

¿El mejor recovery? Un paseo en barco por el Duero y aunque nos veis así de frescas íbamos sin duchar y con triple capa de protector solar. Nos tuvimos  que poner el biquini en el coche, porque si no no llegábamos. Así somos las mujeres que corren: listas para cualquier plan. Gracias João y Sonia por el pedazo de plan.

Fotos: EDP Meia Maratona do Douro.