1. No tengas miedo a las grasas… si son de las buenas
Tener una buena piel (recuerda que es el órgano más grande de nuestro cuerpo) depende muy mucho de llevar o no una dieta equilibrada, beber agua (sí, al final las modelos van a tener razón), tomar alientos ricos en fibras y ácidos grasos esenciales. Si cambias tu dieta, tu piel mostrará los primeros signos de mejora apenas en un par de semanas.
2. Estar en paz con una misma es la base de la belleza
¿No te pasa que cuanto más relajada estás más guapa te ves (y te ven)? Por eso, hasta en los días de mayor caos haz un break. Dale a la pausa y sal a dar un breve paseo, lee una revista (Women’s Health, por supuesto) o, simplemente, échate una siesta reparadora. También puedes, por ejemplo, comer un plátano porque eleva los niveles de serotonina (una sustancia química con la cual se comunican las neuronas y que regula la ansiedad y la agresividad, entre otras).
3. Como los buenos corredores, fracciona el objetivo
El estrés pone años a tu piel, hace que tu pelo no tenga brillo y que tus uñas se vuelvan quebradizas. Además, puede ser la causa de esos kilos de más (estar de los nervios engorda). Cuando se elevan los niveles de las hormonas del estrés, las arterias se estrechan y así se limita la circulación de la sangre. Resultado: tu piel se ve apagada y sin vida. El otro día en Instagram una amiga me daba un buen tip: piensa si lo que hoy te preocupa y te quita el sueño va a tener importancia dentro de dos años. Algo tan sencillo cómo relativizar funciona para relajarse. Y para sacar tiempo e ir cumpliendo tareas nada como hacer listas por prioridades con todos los temas que tienes pendientes.
4. Ladies, let´s MOVE
Muévete, porque el ejercicio activa la circulación sanguínea, aumenta el suministro de nutrientes y oxígeno mientras que propicia la eliminación del dióxido de carbono y otras sustancias de desecho. Y no hay que apuntarse al gimnasio o a una carrera para experimentar sus beneficios. Basta con subir las escaleras un par de pisos… y volver a bajar. Hazlo durante 5 ó 10 minutos. Ahí tienes tu work out. ¿Otro ejemplo? Cuando estés en el parque con los niños, en lugar de estar sentada o de pie observando, aprovecha para caminar en círculos alrededor de la zona de juegos: hazlo varias veces y en distintos sentidos. Yo no me estoy quieta ni cuando veo la televisión. En los anuncios, aprovecho para estirar con una goma sobre la alfombra. Al principio el bundle pack preguntaba qué hacía tirada en el suelo, ahora, se ha acostumbrado a verme hacer el perro hacia arriba y estirar las fascias de las pies en los intermedios de los programas.
5. Haz detox a primera hora
Por la noche, afloran las toxinas y para deshacerte de ellas nada como empezar el día con una vaso de agua enriquecido con el zumo de medio limón. Además, puedes tomarlo 15-20 minutos antes de las comidas para poner en marcha tu metabolismo y ayudar a la digestión. Los limones son ricos en vitamina C y estimulan la función de los riñones y el hígado para eliminar las toxinas del cuerpo.
6. Bebe agua como las Tops
El agua es necesaria para todas y cada una de las funciones que realiza nuestro cuerpo (en el caso de la piel mantiene su elasticidad y previene la deshidratación). Si te da pereza beber agua, añade frutas (rodajas de limón, naranjas, pepinos) le dan un toque al agua y, además, si haces ejercicio son un buen recurso ya que aportan electrolitos (esas sales maravillosas que perdemos al sudar).
7. Utiliza un purificador del agua
Estoy feliz con mi jarra de agua Brita. Aunque los filtros no son baratos a la larga compensa. No sólo por los euros que ahorras sino porque, además, es más ecológico que comprar agua mineral (piensa en todo el residuo que generan las botellas de plástico). Este tipo de filtros eliminan el cloro, las bacterias y los metales pesados del agua, pero sin arrastrar sus minerales y que son fundamental para que nuestro organismo funcione como un reloj.
8. Apuesta por los antioxidantes
Son los encargados de luchar contra los radicales libres, esas moléculas malignas responsables del envejecimiento prematuro de la piel, porque destruyen las fibras de colágeno y elastina.
Además, los antioxidantes son la defensa natural más potente frente a enfermedades como el cáncer. Por eso, consume con alegría uvas, moras, arándanos, naranjas y kiwis. Y también vegetales, como espinacas, remolacha, coles de Bruselas y cebollas.
9. Apuesta por zumos recién exprimidos
Parece que ahora son el santo grial de la belleza, pero la mayoría de lo que se presenta como “zumo fresco” no lo es tanto. Para que aguanten más, la mayoría están pasteurizados, un proceso que no sólo aniquila las bacterias también elimina las enzimas que están presenten de forma natural en el alimento. ¿Lo mejor? Zumo exprimidos al momento… Y como dice la Drama Mamá tómatelo enseguida que se van las vitaminas 🙂
Pues yo estoy totalmente de acuerdo en todo.. y en el zumo mas aun.. ! cuando mi madre me lo preparaba absolutamente todos los diass me encantaba y siempre me decía lo mismo venga bébetelo ya que se le van las vitaminas !
Bien por este post!
Muy buenos consejos y muy directos!!!!.Un besin.