Buscar

¿Es sano estar moreno?

El otro día navegando por Twitter me encontré con esta foto y me impactó.

image1

El Dr David Saceda, médico residente de dermatología del Hospital Ramón y Cajal (Madrid), subía a su cuenta de Twitter esta foto de un niño con unas ampollas horribles, producidas por una exposición solar sin protección. La imagen me sobrecogió. Hay que aclarar que la familia del menor era de Europa del este, donde no existe «cultura solar» y se tiene muy poca (o ninguna información) sobre los riesgos de una exposición solar continuada. Pese a los esfuerzos de la comunidad científica, de las marcas cosméticas, e incluso de los propios medios de comunicación, voy a la playa y sigo viendo barbaridades y confieso que hay veces que me tengo que contener. Personas completamente abrasadas por el sol y que se embadurnan en aceites con SPF 6/8, mujeres (y hombres) con la piel enrojecida y que aún así se tumban en la hamaca de cara al sol en las horas centrales del día para trabajar el moreno, menores a los que se les aplica la crema a pie de playa… Os he hablado sobre protección solar en muchos post (aquí va el último) y os aseguro que la rojez de hoy no es un bronceado mañana, es con toda seguridad una buena ración de manchas, arrugas y lo que es más grave una pasaporte directo para sufrir un melanoma (cáncer de piel). Como me explicaba por Twitter el Dr Sacedo, unas ampollas solares como las de la foto «aumentan, de forma considerable, el riesgo de tener un melanoma en el futuro«.

A raíz del tweet del doctor le propuse una entrevista para resolver nuevas dudas y que este verano os graduéis en protección solar con matrícula de honor, cuento con vosotros para que me ayudéis a pasar el mensaje.

¿Podemos decir que existe la protección total?

«La verdad es que no existe. Ninguna crema solar nos puede proteger completamente del sol. Además la ‘protección total’ es un concepto en desuso, porque puede hacer creer a la gente que está utilizando un producto especialmente potente y eso puede provocar que no lo utilicen correctamente (disminuir las veces de aplicaciones al día, no aplicarlo de nuevo después de un baño, no usar al mismo tiempo una pamela o sombrero, etc)».

Hay productos que ponen en el envase que tienen un SPF 100, ¿no pueden llevar al consumidor al error al pensar que están más protegidos frente al sol?

«Efectivamente. Como decía, el término ‘pantalla total’ o ‘protección total’ está en desuso y los fabricantes no pueden usarlo en los envases. Así que, ahora, tienden a poner SPF100. Es importante conocer qué significa el término SPF (factor de protección solar). Es un índice que señala cuánto tiempo tardaría en quemarse una piel con el sol, pero todo medido en condiciones perfectas de laboratorio. La vida real no es perfecta (sudamos y se pierde crema, nos aplicamos menos de la debida, el sol puede ser más o menos intenso según la región donde estemos, etc). Por eso, incluso con factores de protección altos (50 ó 100), jamás estamos 100% protegidos «.

¿Sirven las cápsulas orales de protección solar para protegernos del sol? ¿Son recomendables? ¿Cómo elegir unas u otras? ¿En qué debemos fijarnos? 

«Algunas cápsulas con protección oral han demostrado eficacia a la hora de reducir los efectos nocivos del sol en las células de piel e incluso han demostrado regular el sistema inmunológico que se altera después de la exposición solar. Es importante insistir en que han demostrado reducir estos efectos, no evitarlos completamente, y además no son capaces de bloquear la radiación solar que produce mutaciones en nuestras células. Por eso, no son un sustituto de la crema solar y sólo sirven de complemento. Su principal desventaja sería malinterpretar la protección que ofrecen y olvidarse del resto de medidas necesarias.

En cuanto a si son recomendables, una persona sana, con unos hábitos de exposición solar saludables (evitar las horas centrales del día, aplicarse crema solar, mantenerse a la sombra cuando sea posible, etc) no necesitaría tomar estos suplementos. A nivel médico son útiles en ciertos tipos de ‘alergias al sol’ (que nosotros llamamos erupción polimorfa lumínica) y, también, podrían ser útiles en aquellas personas que después de estar todo el invierno sin exponerse al sol van a hacerlo de repente e intensamente.

Para elegir entre unas cápsulas y otras hay que tener en cuenta que lo que más ha demostrado efectividad es la combinación de varios fotoprotectores orales. Por lo tanto,  habría que priorizar las cápsulas que combinen diferentes sustancias sobre las que se centran en una sola. De entre todas las sustancias merece la pena destacar el Polypodium leucotomos, un polifenol derivado de un helecho de Centroamérica que ha demostrado paliar los efectos nocivos de la radiación solar en nuestra piel«.

¿Existe el bronceado sano?

«Me temo que no. El bronceado es la forma que tiene nuestra piel de responder ante una agresión externa como es la radiación solar, principalmente los rayos ultravioleta. Ahora bien, personalmente creo que los dermatólogos tampoco tenemos que alarmar a la población. Es mucho más importante seguir unos hábitos de exposición solar que sean cómodos, y así más fáciles de cumplir, que prohibir absolutamente cualquier exposición al sol. Lo principal es evitar ‘tomar el sol’, es decir, tumbarse en la playa a tomar el sol es exponerse sin necesidad a esa radiación. Podemos realizar deporte o pasear con protección solar y aceptar cierto bronceado de la piel».

¿Por qué los filtros químicos deben aplicarse media hora antes?

«Los filtros químicos contienen sustancias que al aplicarlas en la piel se absorben por las células y es en su interior donde realizan la función protectora contra el sol. Si no los aplicamos con ese margen no da tiempo a que se absorban y protejan las células».

¿Cuál es la mejor combinación? ¿Físicos? ¿Químicos? ¿Ambos?

«Lo mejor es utilizar filtros con protección SPF 30 ó 50 (depende del fototipo de piel e intensidad del sol) y con protección frente a los rayos UVA. Que sean filtros físicos o químicos es indiferente y depende más del efecto cosmético o la tolerancia de la piel«.

¿Cuáles son los mejores filtros físicos? ¿y los químicos?

«Cuando pensamos en el mejor filtro solar, ¿en qué pensamos?, ¿en el que más protege?, ¿en el más cómodo de utilizar?, ¿en el más cosmético? Creo que el mejor filtro solar tiene que tener componentes efectivos y también con una cosmética agradable para el usuario, porque eso hará que no sea incómodo y lo utilice correctamente. De esto depende también los excipientes (para que nos entendamos: algo así como los ‘vehículos’ que transportan los activos para que puedan ser absorbidos por el cuerpo) del fotoprotector, no sólo el tipo de filtro. Por otro lado, en los últimos años ha aumentado la conciencia ecológica con el uso de los fotoprotectores y se tiende al uso de sustancias que sean respetuosas con el medio ambiente, sobre todo, el marítimo. Para señalar los filtros que creo que son más adecuados: filtros físicos en nanopartículas, y filtros químicos como el octisalato, los antranilatos y el tinosorb«.

¿Hay alguna forma de evitar que los filtros físicos queden tan blancos sobre la piel?

«Existen ya nuevos filtros físicos en forma de nanopartículas que permiten una mejor absorción del producto en la piel evitando ese efecto de “blanqueado”, que es muy poco favorecedor».

Una guía rápida (y sencilla) para saber cómo leer la etiqueta de una crema solar

«Básicamente, hay que fijarse en:

  • SPF (factor de protección solar): 20, 30, 50… Recordar que la elección del SPF depende del fototipo de piel de cada persona.
  • Protección UVA: si la incluye vendrá escrito “UVA” dentro de un circulito.
  • Conservación una vez abierto: se comprueba la cifra dentro de un dibujo de un tarro abierto (por ejemplo, 12 meses serían 12M).

Otros datos extra a tener en cuenta:

  • Resistencia al agua: teóricamente una crema solar ‘water resistan’ o ‘resistente al agua’ puede aguantar 40 minutos dentro del agua, y ‘waterproof’ o ‘muy resistente al agua’ puede durar hasta 80 minutos. Mi recomendación: como ya he comentado, en la vida real nos ponemos menos crema, nos rozamos con la ropa, respetamos poco los intervalos de aplicación, sudamos… La recomendación debe ser aplicarse la crema de nuevo después de cada baño en la piscina o en el mar.
  • Radiaciones IR-A: puede venir escrita esta expresión o poner directamente ‘protección contra radiación infrarroja‘. Para que esto sea posible deben incluir agentes antioxidantes que penetren en la célula y eviten producción de radicales libres causantes del envejecimiento cutáneo.

¿Una crema para cara y otra para cuerpo o da lo mismo?

«Mejor una para la cara que respete el tipo de piel (piel grasa o acneica, mixta o seca), y otra para el cuerpo que sea más hidratante y fácil de extender«.

¿Los niños cuándo pueden comenzar a usar cremas de protección solar?

«Se recomienda que no utilicen cremas de protección solar hasta los 6 meses, y en cualquier caso que no se expongan mucho al sol hasta los 3 años. Mientras no se puedan utilizar fotoprotectores deben permanecer en la sombra y vestidos«.

¿Si buscamos una crema solar biológica qué filtros debe llevar? ¿Cómo saber si es realmente biológica? ¿Son seguras?

«Los filtros biológicos son sustancias presentes en la naturaleza que nos pueden proteger de los efectos nocivos de la radiación solar. La mayoría de ellos son antioxidantes, como las vitaminas A, C y E, pero también flavonoides u oligoelementos, como el zinc o el magnesio. Estas sustancias no protegen de todas las radiaciones del sol por sí solas, así que no encontraremos cremas solares solamente biológicas, siempre complementarán una crema solar con filtros químicos o físicos. Las sustancias que utilizan son completamente seguras, de hecho, estamos en contacto diario con muchas de ellas al estar en la naturaleza».

Y el pelo, ¿necesita protección solar? ¿Cuál es la mejor fórmula?

«El pelo se daña con el sol, pero tiene una ventaja respecto a la piel: se renueva con el paso de los meses y vuelve a crecer sano. De todas formas si queremos protegerlo del sol para evitar que pierda brillo y se debilite podemos utilizar lociones y mascarillas con vitamina E, A y ácidos grasos omega 3«.

¿Las brumas y sprays ofrecen tan buena cobertura como una textura crema? ¿Algún truco en su uso?

«Pueden proporcionarnos la misma cobertura que una crema normal. Para un uso correcto tenemos que pulverizar a unos 20 cm de distancia y ser generosos en la cantidad aplicada, así creamos una película protectora sobre la piel que se absorberá a los pocos minutos. Son muy útiles en zonas con vello corporal«.

¿Cómo podemos saber si un protector solar es más fotoestable (la capacidad que tiene un filtro de mantenerse estable ante los rayos solares y que así su eficacia no disminuya)  que otro?

«Para que un fotoprotector sea fotoestable debe incluir sustancias que protejan de la radiación solar al propio fotoprotector y no lo degrade. Alguna de estas sustancias es, por ejemplo, el Mexoryl (un filtro químico del grupo de los antralinatos). Hay otras sustancias, el problema es que muchas veces no es fácil identificarlas en la etiqueta de los envases, porque usan sinónimos o siglas«.

¿Qué le dirías a aquellos consumidores que siguen usando cremas con un SPF 6, SPF8, aceites, etc?

«Un SPF tan bajo entra dentro del umbral mínimo de fotoprotección. Para personas con fototipo III no tendría ningún efecto, es engañarse a uno mismo. Si ya estás utilizando una crema, ¿por qué no usar algo realmente efectivo que beneficie a tu salud y prevenga el envejecimiento cutáneo?».

Y una vez que nos hemos quemado, ¿qué hacer para tratar la piel enrojecida?

«Las quemaduras solares más comunes son de grado 1: enrojecimiento local que dura varios días con sensación de escozor o dolor leve. En ese caso lo mejor es evitar la exposición solar a toda costa y aplicar una crema antiinflamatoria con corticoides suaves 2 veces al día. Las quemaduras solares más graves son de grado 2: enrojecimiento con ampollas de menor o mayor tamaño y mucho dolor. En este caso podemos romper las ampollas, pero siempre limpiando antes con antisépticos y dejando el techo de la ampolla que protegerá la piel de infecciones locales, aplicar una crema antiinflamatoria de corticoides más potentes y tomar analgésicos orales (puede doler muchísimo). Hay que insistir en que este tipo de quemaduras son las que aumentan el riesgo de melanoma, sobre todo cuando suceden en la infancia o adolescencia».

¿Qué opinas de usar un serum antioxidante (por ejemplo con Vitamina C) debajo de la crema solar?

«Puede ser una buena idea para prevenir la aparición de manchas en la cara y aporta mucha luminosidad al rostro. Lo mejor es aplicar por la mañana, antes de la crema fotoprotectora como decías. Si hay manchas ya establecidas es mejor iniciar otros tratamientos tópicos por la noche para eliminarlas«.

Comparte
Deja un comentario

5 comentarios

También puede interesarte

Cristina Mitre