Sol, devuélveme mi piel

Este verano ha sido un poco atípico para mí.  Me sobran cuatro dedos de una mano para contar los días que he ido a la playa.

¡Sí, uno sólo! Pocas horas de tumbona, apenas unas tres. Pero como yo siempre veo el vaso medio lleno pienso en la cantidad de radicales libres que me he ahorrado. Esas moléculas malignas (producidas por la radiación ultravioleta, la contaminación, etc) y que son responsables del envejecimiento prematuro de la piel.

Así, menos arrugas y manchas para este body. Sí aunque no las veamos ahora, ahí están y, con los años, saldrán a la luz y se harán visibles (creedme). Las manchas son el resultado de la acumulación de melanina, que es precisamente el mecanismo que tiene nuestra piel para protegerse del sol. Por eso, nos bronceamos.

No sé tú, pero prefiero mil veces una piel con arrugas que con manchas, porque éstas restan luminosidad a la piel y le dan un aspecto más envejecido. Ya sé que soy como el rayo que no cesa con el tema de la protección solar, pero como una imagen vale más que mil palabras, os dejo este vídeo para que veáis qué ocurre cuando llevas crema solar y qué esconde tu piel en su interior.

Aunque no he ido a la playa, no he estado inmune al sol y para salir a correr literalmente me baño (siempre) en protección. Para los deportistas, y también para todos aquellos que prefieren protectores ligeros, no puedo dejar de recomendar Protextrem Protector solar 50 Sport Wet Skin en spray, de Ferrer (15 € aprox). Tras las jornadas al sol para eliminar esos filtros solares y devolver a la piel el brillo y la suavidad perdidas, nada como una buena exfoliación. Ahora, me hago el peelling a diario en seco con este cepillo de Voya (25 €). Con él exfolio todo el cuerpo, en movimientos largos y ascendentes, desde la planta de los pies, empeines, tobillos, y siempre en dirección al corazón, hasta llegar a brazos.

No olvido pasar el cepillo por manos (dorso y palma) y subo por el antebrazo hasta llegar a las axilas (porque ahí tenemos ganglios linfáticos y también en la cara interna de los muslos). No lo uso en zonas sensibles, como tripa, escote, pecho, cuello y cara. En esas zonas utilizo el Foreo Luna Mini (119 €) que tiene unos filamentos muy suaves de silicona y aplico un foam limpiador (Milky Soap) de Sensai.

¿Qué diferencia hay entre un peeling clásico y uno en seco?

El seco estimula el sistema linfático y tiene efecto detox. Al ejercer cierta presión sobre la piel y al mover el cepillo de forma ascendente desplazas el líquido hacia los ganglios linfáticos y así se alivia el posible edema (hinchazón).

Es más efectivo que los clásicos peeling en la ducha, porque el agua hace más difícil que la piel pueda desprenderse de las células muertas.

Al estimular la circulación y el drenaje linfático mejora la apariencia de la celulitis.

No suelo tener granos, pero el sudor al correr provoca que, de vez en cuando, me salgan granitos en la parte superior de la espalda, así que trato la zona con el cepillo y luego aplico un aceite de árbol de té (lo encontraréis en herbolarios y también en The Body Shop).

Exfóliate con brío pero no frotes como si estuviese limpiando la olla expres. La piel debe quedar ligeramente sonrosada pero no enrojecida, ni irritada.

A la hora de escoger el cepillo opta por uno de cerdas naturales, que rasque pero no raspe. Si al pasarlo deja unas marcas blancas es demasiado abrasivo.

¿Por qué hay que exfoliarse? Con la exfoliación eliminas todas esas células muertas, que pueblan la superficie de la piel, y posibilitas que el tratamiento posterior penetre mejor. Cuando me exfolio no utilizo jabón para evitar que los sulfatos resequen aún más la piel. En cuanto salgo de la ducha, y con la piel ligeramente húmeda (no chorreando), me aplico (generosamente) algún aceite (jojoba, almendras, argán…). Aquí mis favoritos.

Si la textura aceite no te convence. Te recomiendo dos tratamientos diez: el serum corporal de Clarins (Serum Piel nueva Concentrado Rejuvenecedor Renovador para el cuerpo, 49,05 €) y Oleo Latte Nutriente Anti-Età Collistar (28,70 €), un híbrido entre un aceite y una ligera leche corporal. Deja la piel con un brillo espectacular y huele de maravilla. Aprovecha para darte un buen masaje anticelulítico en los muslos ayudándote de los nudillos. Empieza por la parte de delantera de los muslos (el cuádriceps), pasando por la cara B (los isquiotibiales), y sube hasta llegar a las nalgas. Recuerda que la grasa casi no tiene circulación sanguínea, así que si estimulas la circulación mejorará la apariencia de los nódulos de grasa.

Cuando tengo tiempo, para terminar, me encanta aplicarme un body mist (Eau Svelte de Dior (75 €) es, desde hace muchos años, uno de mis favoritos) aunque ahora, entre mis últimos descubrimientos, está All over me Bathina de Benefit (31 €). Este es uno de los productos fetiches de la marca y, a lo largo de los años, han ido reinventando la fórmula. De la crema compacta con esponja, al aceite, hasta llegar a esta nueva fórmula, más ligera, casi una bruma, con su característico aroma empolvado. ¡Me arrebata!