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Consultorio de verano

Yo aún no me he quitado los calcetines pero no puedo parar de visualizarme en la playa, tirada a la bartola en la hamaca (bajo la sombrilla) disfrutando de no hacer ¡nada! Suena idílico ¿verdad? Pues resulta que, a veces, los días al sol se pueden convertir en drama: quemaduras en zonas insospechadas, un pelo que parece tener vida propia, una piel bronceada pero reseca y un largo etcétera de pequeñas tragedias beuaty. Por eso, hoy quiero responder a algunas dudas que a veces nos asaltan y también compartir algunos trucos expertos de esos que funcionan. No queda nada para disfrutar del verano…¡a tope de power!

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¿Cómo afecta el sol al cabello? ¿Por qué puede cambiar el tono del cabello teñido? ¿Qué hay que hacer para protegerlo? 

“La radiación solar es uno de los factores externos que más puede afectar a la estructura y a la coloración del cabello. Unida al oxígeno del aire, produce la oxidación de los gránulos de melanina en la zona de la corteza del pelo, lo que provoca, en los cabellos de color natural, que se puedan aclarar, lo conocido como reflejos naturales. Cuanto menos intensa es la coloración natural del cabello, debido al uso de tintes, mechas, etc., más susceptible es de padecer cambios de coloración tras la exposición solar. Esto también afecta a los cabellos canos, que pueden adquirir un tinte amarillento cuanto más prolongada e intensa sea la exposición al sol”, explica el Dr. Germán Delgado, de Svenson. “La radiación solar no sólo puede producir cambios en la coloración, también en la estructura. Los efectos nocivos de la irradiación UVB pueden llegar a ser de 2 a 5 veces superiores que la irradiación UVA aislada. Esto puede provocar que el cabello se vuelva más frágil y quebradizo. Estos cambios se acentúan cuando se trata de un cabello previamente teñido”, señala el Dr. Delgado.

¿Con qué frecuencia hay que lavar el pelo y cómo hacerlo? 

“La frecuencia del lavado debe venir determinada, siempre, por la suciedad del cabello. En verano, además, es muy importante el aclarado del pelo tras un baño en la playa o en la piscina con agua dulce, para conseguir eliminar restos de sal y cloro”, recomienda el Dr. Germán Delgado, de Svenson

¿Qué precauciones debemos tener en cuenta si hacemos deporte al aire libre?  

«En primer lugar evitar las horas centrales del día (de 12 a 16 horas). Por otro lado, la hidratación es fundamental, y no solamente a base de agua, ya que con el ejercicio se pierden minerales y solo con agua no se recuperan. En este sentido, las bebidas isotónicas son perfectas. En esta época del año la ingesta de líquidos dede subir de los 2 litros diarios (unos ocho vasos) y más si hacemos ejercicio. Por último, el uso de gorras, gafas de sol con cristales adecuados, tejidos técnicos transpirables y cremas protectoras solares van a permitir protegernos del sol y del calor», aconseja Ángel Merchán, director de Home Wellness Madrid .

¿Qué rutina de ejercicios podemos realizar en el agua aprovechando que estamos en el mar o en la piscina?

«A nivel cardiovascular, la natación en sus diferentes estilos. A nivel de trabajo de fuerza, en zonas del agua donde podamos quedarnos de pie, podemos hacer múltiples ejercicios con movimientos contra resistencia del agua. Es decir, podemos movilizar nuestros brazos o piernas en diferentes direcciones, trabajando los músculos gracias a la resistencia que ofrecerá el agua al desplazamiento. Cuanta más velocidad tratemos de imprimir a los movimientos, mayor será la resistencia y el trabajo a realizar», explica Ángel Merchán.

Podemos organizar una rutina de entrenamiento de 30 minutos de la siguiente manera:

2 minutos de natación estilo crol

2 minutos de ejercicios movilizando los brazos

2 minutos de natación estilo braza

2 minutos de ejercicios movilizando las piernas

2 minutos de natación estilo espalda

«Repite esta estructura 3 veces», explica Ángel.

¿Cómo podemos conseguir que el bronceado dure más sin poner en riesgo la piel?

«En primer lugar, la dieta puede ayudarnos. La vitamina C y los carotenos, presentes en frutas y verduras como la zanahoria , la lechuga , la manzana o la naranja, ayudan a conseguir un tono bonito y uniforme”, señala la Dra. Cayetana Maldonado, dermatóloga miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

“Otra alternativa eficaz y segura son los autobronceadores. Contienen una molécula llamada dihidroxiacetona (DHA), aprobada por la FDA (la Administración de alimentos y medicamentos en Estados Unidos), que al entrar en contacto con la capa más superficial de la piel producen una reacción química de oxidación que ocasiona un tono bronceado, ligeramente anaranjado (literalmente tiñe las células más superficiales). El tono que se obtiene será diferente según el color natural de piel de la persona, y también depende de la concentración de DHA que contenga el producto. Al igual que un bronceado, y tras algunos días, el color del bronceado comenzará a atenuarse”, continúa la Dra. Maldonado.

“Para que el color quede uniforme en todo el cuerpo hay que preparar la piel: primero realizar una exfoliación y después aplicar crema hidratante, con la piel exfoliada e hidratada ya podremos extender el autobronceador. En la cara, si se tienen manchas, es mejor evitar la aplicación del autobronceador porque pueden oscurecerse. Estos preparados no deben inhalarse ni se deben rociar en la boca, los ojos o la nariz. Las personas que opten por rociar DHA en forma de aerosol, como se realiza en algunos centros de estética, deben asegurarse de proteger estas áreas”, añade la Dra. Maldonado.

“Respecto a los aceleradores de bronceado, tal como lociones o pastillas que contienen tirosina aminoácida o sus derivados, no se ha demostrado claramente su eficacia ni sus efectos adversos. Siempre recomendamos consulta con el especialista antes de su utilización”, afirma la Dra. Maldonado.

¿Qué problemas de la piel pueden empeorar con el sol?

«Hay muchas enfermedades cutáneas que pueden empeorar con el sol, aunque por motivos diferentes. En algunos casos como el acné puede ocurrir que lesiones inflamatorias provoquen una pigmentación tras la exposición solar. Otros procesos como la rosácea empeoran intrínsecamente tras exponerse al sol, con brotes agudos en la época estival.También puede ocurrir que componentes de los cosméticos tengan perfumes y así desencadenen un eccema fotoalérgico. Otros procesos como el melasma tienen un componente fotosensible muy importante”, explica el Dr. Ricardo Suárez, dermatóloga miembro de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

“También hay muchos tratamientos farmacológicos (quimioterapia, antibióticos…) que pueden producir un fotoeccema al recibir radiación solar y, por último, hay enfermedades fotosensibles como lupus, erupción solar polimorfa, porfirias que desarrollan lesiones cutáneas tras ser fotoexpuestos. Para evitar muchos de estos cuadros debemos usar fotoprotectores de alto índice de protección además de cuidados lógicos, como evitar la exposición solar intensa ya que ningún fotoprotector protege al 100%. También debe elegirse un excipiente (conservantes, colorantes, aromas, diluyentes…) adecuado a cada tipo de piel”, recomienda el Dr. Suárez.

¿El uso de perfumes bajo el sol puede provocar manchas? ¿Por qué ocurre? ¿Cómo debemos perfumarnos en verano?

«Algunos cosméticos (perfumes , colonias, after-shaves) contienen fotosensibilizantes a bajas concentraciones en su composición , como las fragancias como aceite de sándalo o almizcle, aceite de bergamota, musa ambrette… Tras aplicar el cosmético y exponernos al sol puede aparecer una pigmentación “en goterones” (denominada dermatitis de berloque). Estos “fotosensibilzantes” constituyen componentes habituales de cosméticos, perfumes y jabones. En verano es conveniente perfumar la indumentaria, en vez de la piel, si nos vamos a exponer inmediatamente al sol para evitar la aparición de esas manchas», aconseja la Dra. Cayetana Maldonado.

¿Qué  ropa y qué tipo de sombreros protegen mejor bajo el sol?  

«La indumentaria, incluidos los sombreros, forma parte de la fotoprotección. La ropa es un excelente fotoprotector, fundamentalmente de las radiaciones UVB. La capacidad de protección solar que una prenda tiene de fábrica se expresa como Factor de Proteccion UV (UPF). Entre los factores que influyen en la protección solar de la indumentaria está el tipo de tejido, el número de capas, el espesor de la tela (porosidad), el color del tejido, la humedad, el estiramiento, los lavados etc. Por ejemplo, las fibras de poliéster absorben mejor los rayos ultravioleta (UV), mientras que el algodón y el rayón son los peores», describe la Dra. Maldonado.

«Los sombreros proporcionan una protección variable, que dependerá del tejido y de la anchura del ala. Unas alas superiores a 7,5 cm proporcionan protección para la nariz, mejillas, cuello y barbilla, mientras que los de ala estrecha solo proporcionan discreta protección nasal y casi nula en cuello y barbilla, por tanto es recomendable utilizar sombreros de ala ancha», continúa la Dra. Maldonado.

¿Cuál es el momento más adecuado para teñir el pelo antes de las vacaciones? ¿Cómo hay que proteger el cabello para que no le afecte al color?    

«No hay una fecha límite pero como muy tarde, recomiendo hacerlo una semana antes de ir a la playa para que los pigmentos se asienten. Para protegerlo es imprescindible ponerse mascarilla capilar media hora antes de ir a la playa o piscina. Hay algunos muy cómodos porque son es spray y permiten mantener el pelo protegido durante toda la jornada. Y lo más importante: no tomar el sol con el cabello mojado porque el sol sobre el agua ejerce efecto lupa y reseca aún más el pelo», describe el peluquero Moncho Moreno.

¿Cómo podemos prevenir las manchas en la cara, el escote, etc. y evitar que vayan a más? 

«Las manchas no son todas iguales, por tanto, la forma de prevenirlas o evitarlas depende del tipo de mancha en cuestión lo que hace recomendable acudir siempre a su dermatólogo de confianza para un análisis de cada caso concreto», explica Ignacio Pereña, gerente de Imede Quintana.

«En esta época del año debemos prestar especial atención a los léntigos Solares (manchas marrones planas que van apareciendo con la edad, por ejemplo en las manos), y con los melasmas (pigmentación difusa más grande que los lentigos muy relacionados con embarazos, anticonceptivos y exposición solar). La mejor forma de evitar que vayan a más serán la prevención mediante fotoprotección, tanto de tipo natural (evitar el sol entre las 11 y las 15 horas solares y llevar una vestimenta adecuada) como farmacológica, representada por los filtros solares o fotoprotectores», recomienda Quintana.

En esta época del año, ¿qué texturas cosméticas son más adecuadas tanto para el cuerpo como para el rostro?  

«Para el cuerpo y para las piernas vendría bien comenzar con una crema hidratante con urea por la mañana, una reafirmante anticelulítica por la noche y una exfoliante una vez a la semana. Si se usa falda darse la hidratante justo antes de salir de casa para que las piernas luzcan y no se vea la piel seca. Las texturas no tienen importancia en tanto quedan condicionadas por el tipo de piel de cada uno y lo único que con las emulsiones o texturas ligeras suele ser necesario repetir la aplicación pasadas unas horas», aconseja el Dr. Elías del Rio, de Hedonai.

Los labios y el contorno de los ojos son zonas «conflictivas», ¿qué debemos hacer para que no sufran?

«En el caso de los labios, siendo una zona de piel tan fina, es importante hidratarlos y llegado el caso protegerlos del sol.  También hay que tener especial cuidado con los herpes y en las primeras exposiciones solares se puede hacer una profilaxis con aciclovir por vía oral, parecido a cuando vamos a realizar algún procedimiento médico en la zona sobre alguien que sufre herpes de repetición», explica el Dr. del Río.

«Para el contorno de ojos, como el resto del año, una crema específica en la zona. Recomendamos con cafeína o elementos que faciliten el drenaje y contribuyan a evitar que se forme bolsa», señala el Dr. del Río.

Las varices ¿pueden empeorar en esta época? ¿Qué precauciones debemos tener con ellas?  

«Con el calor no sólo pueden agravarse las varices, sino que además no es recomendable realizar tratamientos indicados para combatirlas en esta época del año, por el riesgo de pigmentación que existe», señala la Dra. Elizabeth García Bonome.

«La mejor alternativa pasa por evitar el sol y las fuentes de calor excesiva, utilizar medias frías que activen la circulación. Dormir con los pies ligeramente levantados para estimular la circulación de retorno. Beber mucha agua y si es posible algún líquido drenante. Por ejemplo, Drenovance (18€) de Laboratorios Ysonut contiene 10 extractos diferentes de plantas beneficiosas para el proceso de eliminación natural, es una opción más que recomendable. Sólo tres tapones diluidos en 1 litro de agua que beberemos a lo largo de todo el día y no sólo eliminaremos toxinas sino que ayudaremos también al sistema de circulación venosa», aconseja la Dra. Bonome.

¿Con la alimentación podemos ayudar a rebajar nuestra temperatura corporal?   

«Hazte batidos hidratantes con fruta, hielo, leche y frutos secos. Así ayudas a recuperar los líquidos perdidos y reducir la sensación de calor. Pero además, lo que te sobre de ese batido puedes colocarlo en una polera, meterlo en el congelador y prepararte un helado 0% muy sano», explica Javier Guerrero, director técnico de IND.

«A la hora de comer es una muy buena opción tomar ensaladas. El problema es que mucha gente concibe las ensaladas como kilos y kilos de “verde”. Hombre, un poquito de alegría. Se puede disfrutar de las ensaladas añadiendo cereales, legumbres, carnes, pescados, huevos, frutas o frutos secos, sin que esto suponga una enorme cantidad de calorías», añade Guerrero.

«En verano las rutinas también se cogen vacaciones. Eres libre y eso puede convertirse en un problemilla. Tu cuerpo te agradecería que te organizaras las comidas en función de si desayunas en el trabajo, si vas a levantarte siempre a la 13:00 con resaca, si comes en casa por la jornada intensiva, si vas a estar fuera todo el día en la playa, etc. En general es bueno comer algo cada 2 horas para rendir al 100%. Se trata de reducir las cantidades pero aumentar la frecuencia», según Guerrero.

¿Cómo podemos compensar los excesos en la comida y la bebida tan habituales en esta época del año?

«Todos necesitamos un ‘me lo he ganado’ con nuestro trabajo, nuestra pareja, nuestro gimnasio y, como no, con nuestra comida. Los excesos están ahí y estarán siempre, pero es cuestión de saber gestionarlos», señala Guerrero. «Compensar no es ‘ayer me pasé cenando, hoy no ceno’. Esto es un error. Nuestro cuerpo no funciona así. Nuestro ADN no está preparado para el ayuno. Si no cenamos, cuando nos despertemos a la mañana siguiente, tendremos un hambre voraz, porque hemos pasado demasiadas horas sin comer nada. Eso hará que desayunemos cosas que nos gustan mucho –eso suele ser con mucho azúcar- lo que aumentará el azúcar en sangre, disparará la insulina y volveremos a tener hambre muy pronto. Es mejor organizarse y evitar que el hambre aparezca», resalta Guerrero.

«Debemos buscar la compensación en el ejercicio físico. En verano es verdad que tenemos más fiestas, más comidas fuera y un chip de ‘ahora me toca disfrutar a tope’. Por eso, hay que intentar compensarlo con que también tenemos más tiempo libre y podemos hacer más deporte. La nutrición, básicamente, es una balanza entre lo que entra y lo que sale. Entre lo que ingieres y lo que quemas», según la experiencia de Javier Guerrero.

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