Encuentros 2.0 en Web Summit 2016

Dicen que Web Summit es la mayor conferencia de tecnología del mundo. Y yo tendré que darlo por válido, porque no tengo término de comparación. Esto de haberme convertido en un espíritu libre, o en una digital nomad (en construcción), me saca a menudo de mi zona de confort y tan pronto me planto en una alfombra roja con un micro en la mano, como cubro para este blog y, también, para ELLE España un evento de tecnología. Y yo que me creía un poco geek y muy curtida en grandes eventos, lo de hoy en Web Summit reconozco que me ha superado, sobre todo, a primera hora de la mañana. En un encuentro de belleza, en una gran producción de belleza y moda e incluso en la  feria de una maratón, sé como moverme, pero hoy me sentía como un pulpo en un garaje, porque tenía frente a mí tres gigantes pabellones, repletos de gente en todas las direcciones (os juro que no me he topado con más personas ni en el mítico cruce de Shibuya en Tokio, la intersección de calles más transitada del mundo), con escenarios y ponencias repartidas por miles de metros cuadrados y, aunque me había mirado la app del evento, diseñado  un horario imposible (no he ido ni al baño, con eso lo digo todo), no pude dejar de verme como Billy Murray en «Lost in translation» (por aquello de continuar con el símil tokiota).

Pero, a medida que ha ido avanzando el día, y después de mucho caminar (hoy he cumplido el objetivo de los 10.000 pasos de la OMS con creces y como fue en tacones punta el doble), he logrado centrar el tiro y ya sé cómo funciona este Summit y lo que de verdad merece la pena.

Además de las conferencias, que en un principio pensaba que eran el plato fuerte, lo más interesante es el networking, sobre todo, para aquellos que están desarrollando una aplicación, un software o un hardware. Los Ubers, los Farfetch o los Instagramers del futuro. Desarolladores de nuevas tecnologías a la caza y captura de inversores para llevar sus proyectos al siguiente nivel, cientos de startups que estos días tienen la oportunidad de asistir a workshops, mesas redondas y, también, acceder a inversores y mentores.

A través de Facebook Live (podéis seguirme como Cristina Mitre Aranda) os enseñé algunas de ellas como Kinematix, unas ingeniosas plantillas para runners que no solo miden la distancia, los pasos, la velocidad, etc, como lo haría un reloj GPS cuando corres, sino que, además, estudian tu  biomecánica, es decir, cómo corres (con que pie y en qué zona haces más presión al pisar, si talonas, pronas, supinas, etc). Además de los datos, a través des app cuentas con un entrenador personal virtual que te indica cuáles son los ejercicios más adecuados para mejorar tu técnica de carrera y así convertirte en un mejor runner. Las plantillas ya están a la venta y cuestan 200 €. Nota: se colocan justo debajo de la plantilla de la zapatilla.

Otra curiosidad de la que os hablé a través de Facebook Live es Affectivia, un software que es capaz de registrar las emociones, midiendo y analizando determinados puntos del rostro. ¿Y esto para qué sirve? Pues las aplicaciones son infinitas. Por ejemplo, imaginad que os subís a un coche que incorpora este software, pues si tenéis el ceño fruncido, o los músculos de la cara tensos, es capaz de reconocer que estáis malhumorados y quizá sea una buena idea poneros una música relajante para bajarte los niveles de cortisol. Ingenioso, ¿verdad?

Aquí jugando a poner caras para ver qué reconocía el software. 

Respecto a las conferencias, para mí las más interesantes serán el jueves, porque el foco es la salud y el estilo de vida fit, etc, pero hoy tuve la oportunidad de escuchar a Gary Briggs, CMO (Chief Marketing Operator) de Facebook que como él mismo explicaba tiene la misión de «hacer marca dentro de una gran marca como Facebook». ¿Y eso cómo se hace? ¿Qué queda por inventar? Pues lo cierto es que mucho, porque como él reconocía cuando se lanzó Facebook, hace más de diez años (prehistoria digital), las apps no existían aún, de hecho si os acordáis, veíamos Facebook a través de nuestros ordenadores. Como Gary contaba, la mayor barrera es muchas veces que la gente se adapte a algo que es nuevo, pero si les explicas cuál es el beneficio y les brindas una experiencia única, entonces, lo comprenden y ven el valor que tiene. Para la marca, ahora, el foco está en la fotografía y en el desarrollo de Facebook Live, una aplicación de vídeo que a mí me está dando mucho juego, porque es mucho más rápida que Youtube. Aunque como no hay posibilidad de editar, te la juegas, sobre todo, yo que tengo tendencia a entrar en bucle cuando cojo un micro. Pero me parece interesante poder mostrarme al natural (sin trampa ni cartón) y quizá esa es la magia de esta tecnología: es 100% sin filtros. Y como reconocía Gary, una de los puntos a favor de Snapchat (os adelanto que dicen que son «amigos» y no rivales y no hay intención de comprarlos…) es precisamente eso: permitir a la gente ser ellos mismos y expresarse.

También me pareció interesante Sean Ryan, también de Facebook, quien habló de Workplace, una nueva app dentro de Facebook y que promete cambiar la forma en la que nos comunicamos dentro de las empresas. Hasta tal punto que Ryan vaticinó que el e-mail tiene los días contados, porque las nuevas generaciones no lo usan. Y en ese momento, con un inbox bien repleto, casi me subo al escenario a darle un abrazo, porque vivimos en la tiranía del e-mail y eso que yo decidí hace tiempo quitarme todas las notificaciones. Justo hoy leía que las estadísticas demuestran que cuando nos interrumpe un mail tardamos unos 16 minutos en volver a la actividad que estábamos haciendo previamente. Un truco: notificaciones fuera y fíjate un horario para mirar el mail. Yo con el WhatsApp estoy haciendo algo parecido.

Mañana miércoles voy a la caza y captura de alguna startup española, también, hay un par de conferencias sobre social media que parecen muy interesantes y otra sobre cómo encontrar el equilibrio entre la vida personal y el trabajo en esta sociedad hiperconectada. Ya sabéis que estaré en riguroso directo a través de stories en mi Instagram y también en mi Facebook Live. Os espero.

Y como me habéis preguntado mucho por mi look de hoy aquí os lo describo. Zapatos y pantalón de Zara de esta temporada. El chaleco de Zara y el jersey de & other stories son de la temporada pasada. El collar es de H&M (12,99 €), lo compré el lunes así que está en tienda y el bolso es de Prada y tiene tantos  años que ya perdí la cuenta. Mañana más.

Fotos: Silvia Martínez