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Mujeres que me inspiran: Kathrine Switzer

La vida de Kathrine Switzer (Amberg, Alemania, 1947) cambió la fría mañana del 19 de abril de 1967. Estudiante de periodismo de la Universidad de Siracusa, en Nueva York, se había inscrito con su apellido y sólo las iniciales de su nombre, K.V., en la maratón de Boston, la más antigua, la más prestigiosa y reservada sólo para hombres. Aunque el reglamento no especificaba que las chicas no pudiesen participar, en aquella época era impensable que una mujer completase los 42 kilómetros con 195 metros de la prueba, porque se creía que semejante esfuerzo físico podía provocar que se le desprendiese el útero y le saliese bigote. Kathrine se presentó en chándal y con su dorsal, el 261, pero al rebasar apenas los cuatro kilómetros el codirector de la prueba, Jock Semple, se abalanzó sobre ella dispuesto a echarla. Pero no lo consiguió. La prensa inmortalizó el momento, y el resto ya es historia. Sin proponérselo, aquello convirtió a Kathrine en defensora de los derechos de las mujeres dentro y fuera de las pistas de atletismo. En 1984 consiguió que por fin las chicas pudiesen participar en una maratón olímpica. Aunque hoy parezca increíble, hasta entonces las mujeres no podían competir en ninguna. Cuando la americana Jean Benoit Samuelson cruzó la línea de meta de la maratón femenina de las Olimpiadas de Los Ángeles, Switzer pudo respirar tranquila. Después de más de 17 años haciendo lobby, su objetivo se había cumplido. «Conseguir que esta prueba estuviese en los Juegos, que además fueron televisados, era muy importante, porque todo el mundo se daría cuenta de que podíamos hacer todo lo que nos propusiésemos», recuerda. «En cierto sentido era tan importante como el sufragio femenino, porque era el equivalente físico de la aceptación social de las mujeres», me cuenta Switzer.

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Kathrine tiene 66 años, sigue corriendo y está así de estupenda. ¿Quién decía que correr es malo para la salud?

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Un momento para recordar «¡Fuera de mi carrera, dame ese dorsal!», bramaba Jock Semple mientras empujaba a Kathrine. El codirector de la maratón de Boston no contaba con el placaje del entonces novio de Switzer, que era lanzador de martillo. Ella siguió corriendo y llegó a meta en 4 horas y 20 minutos, convirtiéndose en la primera mujer en participar oficialmente en esta competición.

CORRER ES ALGO MÁS QUE CORRER

«El running puede cambiar las vidas de las mujeres: hace que se sientan poderosas, realizadas, y eso modifica su actitud hacia el trabajo y hacia todo lo que pueden conseguir», afirma Kathrine. «Un claro ejemplo son las keniatas. Eran ciudadanas de tercera clase, muy pobres y poco valoradas. Cuando empezaron a correr demostraron lo buenas que eran y el dinero que ganaron en las carreras lo invirtieron en sus aldeas, construyendo casas, vacunando a los niños, desinfectando el agua… Así cambiaron el tejido social. El sencillo acto de poner un pie delante del otro ha transformado su entorno de forma radical».

Cuarenta y seis años después de aquel primer incidente en Nueva York, a sus 66 años, Switzer sigue corriendo. Su actitud incombustible y desafiante la ha traído hasta España para organizar la primera maratón femenina en Europa, el 261 Women’s Marathon, que se celebrará en Palma de Mallorca el próximo 30 de marzo.

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Un momento de mi entrevista a Kathrine.

SÓLO PARA LAS CHICAS

«En la maratón de Madrid participan muchas menos mujeres que, por ejemplo, en la de Chicago. Hay que dar la oportunidad a las que quizá están intimidadas por las grandes pruebas», dice Kathrine Switzer. «Algunas tienen miedo porque no son muy competitivas, otras piensan que no serán lo suficientemente rápidas. Las carreras femeninas admiten todos los niveles y habilidades. La maratón no es divertida porque es demasiado larga, pero es una aventura, un reto. La sensación de hermandad es increíble. Hay ese gran espíritu de que estamos allí juntas, de que no tenemos nada que demostrar y que vamos a hacerlo lo mejor que podamos», continúa. «Además, en las carreras mixtas, la primera mujer que cruza la línea de meta es sólo la primera mujer en cruzar la meta, no es la que gana la carrera. Cuando vas a la cabeza de una prueba femenina, el coche de prensa va delante de ti, con las cámaras apuntándote, estás a punto de ganar y la experiencia es completamente diferente. Debemos darnos esta oportunidad increíble», concluye. ¿Su próximo objetivo? «Quiero que las mujeres de Oriente Medio y del norte de África, pese a que tienen unas normas sociales distintas, una religión diferente y muchas barreras culturales, experimenten cómo correr puede hacerlas poderosas. Cuando corro me siento fuerte y me cuestiono muchas cosas de mi vida porque confío en mis capacidades. El gran cambio ya se está produciendo porque han surgido muchos movimientos en esa dirección».

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Todo un lujo poder conocer a Kathrine, una mujer que me inspira a seguir adelante con mi aventura junto a las Mujeres que Corren. El próximo 30 de marzo estaré con ella en el 261WM en Mallorca. Os recuerdo que, además de la maratón, hay una prueba de 10 kilómetros.

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Marathon Woman, las memories de una mujer increíble. Una lectura diez. Todavía no está traducido al español, pero espero que la autora en breve consiga presentarlo en España.

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Kathrine suele correr con estas mallas (Aberdeen Print Capri, 55 €) de Skirt Sports

Kathrine es de las mías y, durante nuestro encuentro, me comentó que para ella era muy importante verse bien en ropa de deporte porque le ayuda a estar más motivada.

«Soy una mujer y puedo hacer lo que quiero, como correr con pendientes y los labios pintados. Cuando empecé a correr llevaba vestidos de tenis o tipo túnica porque los pantalones cortos eran horribles, porque te rozaban los muslos y sentaban fatal. Me propuse que si íbamos a inventarnos un deporte para nosotras, deberíamos idear también nuestras propias prendas. No tenemos que vestirnos como los hombres. Sin embargo, fui criticada por otras mujeres que decían que sólo estaba intentando complacer a la clase diriginte masculina». Hoy Kathrine corre con  piratas y faldas, conocidas como skorts (minis con culottes incorporados) como las de Skirt Sports y, de hecho, va a diseñar su propia línea 261 con ellos.

Por cierto, la organización del 261 Women´s Marathon planea un entreno especial sólo para chicas, un #meetrun que tendrá lugar este sábado 21 de diciembre en Madrid. Es totalmente gratuito. Toda la info aquí.

Este cuerpín se va a coger vacaciones hasta el 2 de enero, así que disculpad mi ausencia durante unos días, en los que voy a aprovechar para estar con mi familia (necesito mimos), entrenar a tope para el medio maratón de Getafe y dormir y dormir. Un beso gigante guapérrimas. ¡Nos vemos en 2014!

Espero que os haya gustado. Ya sabéis que podéis seguirme en Twitter (@thebeautymail) en nuestra página de Facebook y en Instagram (@thebeautymail). Stay tuned!

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