Razones para preferir el entrenamiento en casa y no en el gimnasio puede haber muchas: falta de tiempo, ahorro de dinero, comodidad, que te salga un sarpullido solo de pensar en un gimnasio… Hay veces en las que, directamente, nos resulta imposible ir, como pasó en el confinamiento o como ocurre cuando estamos de vacaciones o en un viaje de trabajo. Cada una tendrá sus razones. Incluso yo, una gran defensora de la fuerza, no siempre entreno en el gimnasio y también lo hago en casa.
Sea cual sea tu razón (hay quien no va al gimnasio por vergüenza, pero eso da para otro post), siempre será mejor entrenar en casa y con lo que tengas a mano que no hacer nada. He hablado de ello con Carmen Boné, entrenadora personal: «Efectivamente, poco es mejor que nada. Y para empezar, no hace falta contar con material o con mucho tiempo. Una vez que vayas mejorando y cogiendo rutina, ya irás comprando un poquito de material para ir avanzando».
¿Qué hago si no puedo pagar un entrenador?
Invertir en un entrenador es invertir en salud. Pero aunque sea absolutamente recomendable, no siempre el presupuesto lo permite. Carmen Boné lleva muchos años trabajando como entrenadora personal y da esta opción: «Puedes hacer primero un par de clases para que alguien te enseñe y te corrija, y a partir de ahí ya puedes fluir tú sola».
También hay plataformas: «Hay muchas, con buenos entrenadores. Puedes seguir sus programas, y si algunas de ellas son de pago, busca la que mejor se adapte a ti, recordando que vas a invertir en tu salud», aconseja Carmen.
¡Manos a la mancuerna!
Lo más importante siempre es empezar poco a poco. Como siempre dice mi amiga Gema Herrerías: “En progresión según tolerancia», como el retinol. «Sí, siempre en progresión –explica Carmen Boné–. El peso, también en progresión según vayas avanzando. Respecto a la frecuencia, deberías hacer trabajo de fuerza al menos un par de veces a la semana, y si puedes combinarlo con dos días de cardio, ya es perfecto».
Y para cuando te decidas a comprar material para hacer entrenamiento en casa, Carmen recomienda lo siguiente: «Primero compraría las gomas, que son muy económicas, y después, unas mancuernas y una kettlebell». Lo bueno de entrenar en casa es que no necesitas ir hecha un pincel, con cualquier camiseta, unas mallas y unas buenas zapatillas, sobra.
Y ya que tengo a Carmen a mano le pregunto una última duda muy frecuente: Si tengo agujetas, ¿es que he hecho algo mal? «No, ¡para nada!», nos dice.
Y recuerda que tan importante como el ejercicio es llevar una alimentación saludable y tener un descanso correcto.
Un entrenamiento de fuerza en casa
Hace unos días organicé, con la colaboración de Asana Bio, un entrenamiento de fuerza virtual al que se sumaron en directo cinco entusiastas seguidoras de mi perfil de Instagram. Zoom mediante, y cada una en su casa, hicimos la sesión dirigidas por Carmen Boné, con la que yo llevo ya tiempo entrenando.
Si queréis probar vosotras el entrenamiento, aquí tenéis la tabla de ejercicios. Seguid las instrucciones, empezad de menos a más, como hemos explicado ya, y no olvidéis estirar al terminar.
Si necesitas alguna idea para estirar echa un ojo al perfil de Domingo Sánchez en Instagram y en la app de Iñaky García, Ky-Fit Live.
Algunos de mis podcast que os recomiendo escuchar
Por qué un culo duro es más importante de lo que crees, con Domingo Sánchez. Episodio 138
Si el ejercicio fuese una pastilla se prescribiría a todo el mundo, con el Dr. Alejandro Lucía. Episodio 96
Ejercicio y pérdida de peso. Lo que dice la ciencia que funciona, con Javier Butragueño. Episodio 87
En forma a los 40. Qué nos dice la ciencia que funciona, con Alberto García. Capítulo 69
Lo que toda mujer debe saber para estar en forma, con Domingo Sánchez. Episodio 3
Dirección de arte Beirut & Aterton.
