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10 hábitos para dormir mejor y levantarte con más energía

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10 hábitos para dormir mejor y levantarte con más energía. Sí, hoy, hablaremos de esto porque tengo la sensación de que toda la conversación alrededor del bienestar está demasiado centrada en la dieta y en el ejercicio, pero qué poco se habla de la importancia del descanso. Y es que ir como una moto, a veces, no solo está bien visto sino que, además, es aplaudido y parece que descansar es un signo debilidad, incluso, de pereza. En su libro, “El buen dormir”, Pere León, geobiológo y experto en biohabitabilidad, dice que “cada vez hay más conciencia sobre la importancia de cuidarse, hacer deporte, no fumar, de relacionarse bien con uno mismo y con los demás. Sin embargo, de poco te servirá cuidarte durante ese tercio de tu vida si después no tienes un sueño reparador. Y sobre esto falta todavía conciencia”. 

Hubo una época de mi vida en que, cuando me preguntaban cómo estaba, mi frase más recurrente era: “Bien, derrapando”. Me quitaba horas de descanso, sobre todo de sueño, para poder sacar adelante todo el mogollón en el que me había enredado yo sola. Mi excusa: “Ya descansaré, ahora, hay que aprovechar”. Hasta que mi cabeza dijo basta. Una crisis de agotamiento, estrés y ansiedad hace dos años me hizo replantearme todo y decidí que no quería vivir así. 

Me bajé del barco. Por aquel entonces, dirigía una revista, en su edición española y portuguesa,  y renuncié a mi cargo para poder centrar mi energía en desarrollar mi proyecto personal. De aquello hace año y medio y, aunque el ritmo sigue siendo frenético, he aprendido a frenar antes de que mi cuerpo me pare. En mi caso, ahora, hay algo que no es negociable: el sueño y el descanso. Porque la primera alarma que me envió mi cuerpo, y no supe ver, fue el insomnio. Pero no se trata de dejar nuestros trabajos para dormir más, mejor y más tranquila sino de elegir un buen colchón* y adquirir una higiene del sueño que nos permite descansar para levantarnos con energía y rendir. 

Como explica Pere, “parte de nuestra predisposición a enfermar viene marcada por la genética. Se calcula que nuestros genes son responsables de ello en un 25%, aproximadamente, mientras que un 45% depende de nuestro estilo de vida y un 30% de nuestro descanso nocturno. Está demostrado que necesitamos que esas horas de descanso sean de calidad para reponernos y funcionar bien”. ¿Las claves? “Descansar en un lugar con una buena temperatura, sin ruidos, sin luz, con un colchón en condiciones, con un buen apoyo cervical y mantenido lo más lejos posible las radiaciones y los campos electromagnéticos”, explica en su libro el experto. 

Duerme bien, vive mejor. Ese es el lema de Colchón Morfeo*, que combina los mejores materiales con la última tecnología enfocada al descanso. Por eso, me han invitado a colaborar con ellos compartiendo aquí 10 hábitos para dormir mejor y levantarte con más energía. 

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El colchón Morfeo* ha sido diseñado con materiales termorreguladores que, a diferencia del látex, disipan el calor mientras dormimos. Además, la capa exterior protege de ácaros y bacterias. Para asegurar el máximo descanso, combina 4 centímetros de viscoelástica de alta calidad, que alivia la presión que el colchón puede ejercer sobre nuestro cuerpo, mientras favorece una mejor circulación sanguínea. Y, además, es la mejor opción si duermes en pareja porque sus 2000 micromuelles ofrecen la mejor independencia de lechos, lo que asegura un gran confort. Un plus: Ofrecen 100 noches para que puedas probar el colchón Morfeo y si no te gusta, lo recogen y te devuelven el dinero.

Toma nota de los 10 hábitos para dormir mejor y levantarte con más energía.

  1. Desconecta Desde hace tiempo, me voy a la cama sin el móvil. Lo dejo cargando en otra habitación, porque me pone en “centrifugado mental” y porque no quiero que lo primero que vea al despertarme sea un tuit, un mensaje en Instagram o un e-mail. Además, “el móvil se pasa horas buscando señal y emitiendo campos eléctricos que alteran el ritmo circadiano. No duermas con el móvil en el dormitorio y si no tienes más remedio, ponlo en modo avión para que no se pase la noche buscando señal y actualizando datos. Es decir, emitiendo y recibiendo ondas”, dice Pere.
  2. Desconecta… ¡de todo! Esto incluye tabletas y televisiones. Como aconseja Pere León lo ideal es “crear un dormitorio unplugged, o sea, sin nada enchufado a tu alrededor: radiodespertadores, televisores, teléfonos, tabletas o lámparas. Nada que genere campos electromagnéticos”. El experto, además, recomienda “comprobar que la instalación eléctrica dispone de toma de tierra. Si el enchufe o la casa en general no dispone de lengüetas de toma de tierra, el exceso de estos campos queda en el aire y nos altera, de forma análoga a como lo haría cualquier tipo de contaminación”.
  3. Sueña a oscuras La habitación tienen que estar a oscuras. Pero esto no solo incluye bajar las persianas. “Tanto los televisores, como los móviles o las tabletas, tienen pantallas retroiluminadas con un espectro electromagnético similar al de la luz de mediodía. Es decir, no solo no contribuyen a nuestro descanso sino que, cuando ya nos disponemos a dormir, vuelven a poner el cerebro en alerta”.
  4. Fuera luces Ya hemos visto que ver la televisión en el dormitorio no es buena idea, pero es que, además, “es muy probable que acabes apagándola con el mando a distancia, por lo que tendrás el piloto rojo del stand-by encendido toda la noche, lo que pone alerta a la glándula pineal, responsable de pasar de la vigilia al sueño”.
  5. A la cama entre tinieblas Como explica Nick Littlehales, entrenador del sueño para deportistas, en su libro “Dormir”, “la luz azul no es buena por la noche, reduce su intensidad siempre que puedas. Busca la luz roja o amarilla o la de las velas. Como añade Pere, “la iluminación fría es buena para trabajar, pues te hace estar alerta. Como norma general usa en cada momento del día una luz lo más parecida posible en color y temperatura a la luz natural”.
  6. Crea una rutina Es lo que Littlehales denomina como “presueño: todo lo que haces para prepararte para tener la mejor calidad del sueño”. Y aquí la cosmética es mi mejor aliado. Por ejemplo, hago de la limpieza de la piel un ritual nocturno (te lo conté aquí) y, también, refresco las sábanas con algún producto de aromaterapia, como esta bruma de L’Occitane o este spray para la almohada de Neom porque me dan esa sensación de #limpinayfresquina tan agradable.
  7. Adopta la posición correcta Como explica Nick “las personas que duermen en posición supina (bocarriba) son más propensas a roncar o tienen más apnea que quienes duermen en posición lateral”. Dormir bocabajo tampoco es una buena idea porque “quienes duermen sobre su estómago retuercen la columna vertebral en una posición no natural”. Lo ideal: si eres diestro duerme del lado izquierdo y viceversa, es decir, en posición fetal con una pequeña flexión de rodillas mientras doblas un poco los brazos frente al pecho, porque “tu columna vertebral y tu cuello se encuentran en una posición natural que no causa problemas posturales. Y se reduce la probabilidad de roncar o la apnea”, añade el experto.
  8. Ni frío ni calor pero que corra el aire Ahora que empieza a apretar el calor es importante ventilar la habitación para luego mantener las cortinas o las persianas cerradas para que, así, la temperatura sea más fría que en el resto de la casa. Pero se trata de que esté fresca no fría, así que ojo con poner el aire acondicionado a toda pastilla.
  9. Fuera la botella de agua Irme a la cama con una botella de agua es algo que, en mi caso, está muy arraigado, pero no es buena idea y estoy haciendo propósito de enmienda. “Si te despiertas por la noche con la boca seca es porque seguramente respiras por la boca y no por la nariz; si te despiertas por las noches para ir al baño es posible que te hayas hidratado de más antes de irte a dormir. Poner una botella de agua al lado de la cama introduce en tu mente la idea de bebértela”, explica Littlehales.
  10. Ejercicio sí pero con matices Soy una gran defensora y promotora de la actividad física y, aunque no hay una hora mejor para hacer ejercicio, porque depende de muchos factores, tanto biológicos como personales, el ejercicio extenuante antes de dormir no es lo más aconsejable, porque como explica Nick, “aumenta el ritmo cardiaco, la temperatura corporal y la adrenalina”. ¿Opciones? “Un paseo, un poco de yoga, como unos saludos al sol, un ciclo amable de bicicleta estática o unos estiramientos pueden ayudar”

*Este post es una colaboración con Colchón Morfeo

Fotos Silvia Martínez. La bata y el camison son de La costa del algodón.

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